Tras más de un mes con centenares de personas exigiendo a diario que las Administraciones trabajen para poner solución al problema del paro, parece que por fin comienzan a producirse las reacciones, aunque seguramente no en el sentido que los desempleados buscan. El Gobierno local ha acusado al colectivo de colapsar el tráfico en el centro de la ciudad y provocar un descenso en las ventas de los comerciantes del Revellín, motivo por el que ha anunciado a través de su portavoz, Yolanda Bel, que se les comienza a agotar la paciencia y que cuando eso pase no permitirán que las manifestaciones continúen.

Una mensaje que según Bel "no es una amenaza ni una actitud prepotente", y para lo que utilizarán los resortes que les ofrezca la ley. Bel ha explicado que esta situación no puede alargarse, y aunque respetan el derecho a manifestarse no pueden "permitir por mucho tiempo más que el tráfico se vea perjudicado, se tomen libertades que no están autorizadas, y comerciantes y el resto de ciudadanos se vean perjudicados por este tipo de manifestaciones". La portavoz ha indicado que sí aceptarán "manifestaciones con orden sin perjudicar a nadie" pero no "tomarse libertades y licencias libremente para perjudicar a terceras personas".

Yolanda Bel también ha contestado a los manifestantes que no se les va a contratar en el Ayuntamiento. "Ellos se creen que porque se pongan ahí, alguno les está diciendo que van a entrar en el Ayuntamiento a trabajar, y que van a ser funcionarios", ha relatado la portavoz.

El Gobierno local asegura que seguirá trabajando para disminuir las tasas de desempleo en Ceuta, en colaboración directa con la Administración General del Estado.