El correo electrónico de los 1,2 millones de euros del Gordo

El correo electrónico de los 1,2 millones de euros del Gordo
José Ríos con los tres billetes premiados

- José Ríos compró vía máquina tres décimos del Gordo y ayer remitió el número por correo electrónico a dos amigos con los que intercambia lotería todos los años al no haberles podido dar el billete físicamente

- El afortunado es padre de la editora de Terra España, Carmela Ríos y sus dos amigos son Paco Copín y José Antonio Román, el padre de Susana Román


El hombre más asquerosamente afortunado de Ceuta, al que todos quisiéramos parecernos este sábado de suerte y salud, se llama, José Ríos, padre de la editora nacional de Terra, Carmela Ríos. En su bolsillo esta mañana de sábado había nada menos que 1,2 millones de euros. Tres billetitos, de esos electrónicos, carentes del perfume y el tacto habitual de los décimos de lotería de toda la vida, con el número 76.058. 400.000 euros por cada papelito con el número y el código de barras. El mismo número que los niños de San Ildefonso han cantando con todo el brío posible que requiere la ocasión a la hora en la que José Ríos desayunaba en su casa en compañía de su esposa Mari Carmen.

“Oí que decían 4 millones de euros y tal, y le dije a mi mujer, a Mari Carmen: ‘Oye, ha salido el Gordo’. Y cuando dijeron el número, el 76.058 dije: ‘¡Coño! Ese número me suena que es el mío. Me fui a buscarlo y efectivamente”, ha relatado José Ríos.

Ríos sin aspavientos, con calma y una sonrisa que tardará días en desaparecer de su cara, no ha tenido ningún problema en atender a la prensa. Aunque eso sí ha jugado un poco con los periodistas.

Amigo del presentador de Radio Televisión Ceuta, Higinio Molina, no ha dudado cuando se lo ha encontrado en la calle en decirle la verdad: “Me ha tocado”, comentaba el propio Molina. “Pero creía que me estaba vacilando y he seguido en busca de Abdelkader”. Molina, Kader y otros cuántos más se agolpaban en la Librería Cervantes del Paseo del Revellín, la portadora de la suerte, para indagar sobre a quién le había tocado y sentir la suerte aunque sea así, al lado, para contarlo y que todo el mundo sepa que el Gordo, por primera vez en la historia ha dejado huella en Ceuta.

Mientras los plumillas atracábamos a la hija de Antonio Fernández, Margarita en la puerta de la librería, José ha entrado discretamente, pasado al lado del grupo de periodistas. Ha dado las gracias y se ha ido con las mismas. Apenas 40 segundos que quedan recogidos en las imágenes de Radio Televisión Ceuta. Luego nos hemos ido en su busca. La sonrisa le ha delatado.

En el paseo del Revellín, ya nos ha contado que Ríos cumple con otro de los tópicos de afortunado ganador del Gordo. La alegría es compartida. Sus tres billetes tienen tres propietarios. Uno es suyo y los otros dos…

“Compré tres décimos para repartirlos con dos amigos. Todos los años nos cambiamos lotería mi amigo Paco Copín y José Antonio Román, el padre de Susana (la consejera de Fomento). Todos los años ellos me dan un décimo y yo les doy otro; y ayer como no se lo había dado les mandé por correo electrónico el número para que lo supieran”, ha relatado Ríos.

Y ese correo electrónico espera esta mañana aún a ser abierto. Con lo que ni Copín, ni Román eran conscientes de que su amigo, por fin, les había dado una alegría de las gordas.

“No lo había mirado hasta ayer que les mandé el correo a estos amigos y esta mañana cuando he visto que el número que salía era ese, que lo tenía memorizado porque ayer mandé el correo. Y me he llevado la sorpresa y también se la han llevado ellos. He llamado y bueno… 400.000 euros cada décimo. Para divertirse un poquito y estar contentos”, ha reflexionado.

Ríos tras dejar su desayuno para confirmar que su memoria no le estaba gastando una broma y saberse poseedor de 1,2 millones de euros, ha llamado a sus amigos.

“-Oye, ¿dónde estáis?

- Nos íbamos a Marruecos a jugar al golf, pero la frontera parece que hay un problema, que no está abierta y nos hemos vuelto.

Estaban un poco descontentos, así que les he dicho:

- Bueno, os voy a dar una buena noticia: os ha tocado el Gordo”, ha rememorado esa conversación Ríos.

Y al principio los amigos creían que se trataba de una broma, como Higinio Molina. Y es que nadie se ha querido creer que después de 200 años de sorteo por fin la suerte gorda había cruzado el Estrecho. Pero sí.

Ríos compró el número terminado en 8 a través del terminal. “Siempre compro el 8 porque yo nací el 8 de octubre del 38 y tuve una intervención muy grave el 8 de julio del 88, así que si no compro el 8 es para matarme”, ha bromeado.

Ahora tiene claro que más que él, disfrutarán del premio “los hijos. Yo lo único que hago es repartir, pero alguna cosilla me quedaré”, ha aclarado.

Esa cosilla tiene forma de palo de golf de los caros, ya que él como Copín y Román también es aficionado a este deporte. “De esos que ves y no los compras porque son muy caros, pues ahora me daré el capricho. Pero ni con ese palo voy a mejorar mi handicap, eso seguro”, ha vuelto a bromear.

Ríos agradece el golpe de suerte “la alegría y la emoción que produce”, y el poder compartirlo con los amigos. Esta mañana se ha acordado de sus padres y de su suegra.

Siempre hablábamos del Gordo. Mi madre y mi padre siempre decían ‘hay que ver lo del gordo si nos tocara alguna vez’. Y te acuerdas. ¿Cómo podría yo decirles dónde estén ‘oye que me ha tocado, que por fin, eh?’. Y luego a mi suegra que siempre decía que yo era un hombre muy afortunado. Y si me hubiese tocado el Gordo estando ella viva, seguro que decía ‘ves si yo lo decía”, ha relatado Ríos.

Su alegría está también porque quede algo en Ceuta.

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