Argentina hace temblar de emoción a las Murallas

El Festival de Flamenco de Ceuta vivió una noche para el recuerdo y los anales con la actuación de Argentina en la que Antonio Canales puso la guinda colorida. Al espectáculo Canales lo adorna, pero sólo eso, porque Argentina y sus músicos rinden a plenitud sin necesidad de más. El show más que afinado es virtuoso. La flamenca lleva el ritmo perfecto mezclando momentos más quejumbrosos con más alegres y cada músico, cada palma, cada ánimo, cada voz encaja como el engranaje de un reloj suizo (si no mejor). El cuadro de palmeros y coros le da un lustre, un color y una textura especial a la voz solemne y de puro arte de Argentina lucida y espeluznante en los quejíos y cálida en los estribillos. Inmejorable, como el marco, como ella misma reconoció en la que es su cuarta visita a la ciudad, la primera en las Murallas Reales, un escenario, que cuando no se desprecia como hizo C. Tangana, suele invitar a los artistas de verdad a crecerse y alcanzar notas y tonos que demuestran de qué están hechos; Argentina, de puro duende. Y el público así se lo reconoció.


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