Las Ingenierías también son femeninas

Como la Educación y la Sanidad. Las Ingenierías también son femeninas. Y masculinas, aunque cada vez haya menos hombres en las aulas de las primeras y casi ninguna mujer en los pupitres de las segundas. Para combatir esa deriva la UGR ha puesto en marcha iniciativas como el Campus Tecnológico para chicas 'Quiero ser ingeniera', que este mes de julio ha celebrado su segunda edición en Ceuta con 18 estudiantes de distintos centros educativos locales matriculados.

Todas ellas han sacrificado unas jornadas de playa o descanso para seguir aprendiendo, hacer amigas y probar con sensores, placas, pantallas, cables y otros elementos tecnológicos cómo organizar un sistema de riego automatizado en función de las condiciones de lluvia, luz y humedad; o cómo crear de cero robots capaces de bailar al ritmo de Michael Jackson mejor que muchos humanos y coches que buscan por sus propios medios un camino recto sin obstáculos.

Al acto de clausura han asistido en el Campus, además de las alumnas y sus monitores, la coordinadora de la propuesta en la ciudad y vicedecana de Asuntos Económicos, Infraestructuras y Relaciones con las Empresas de la Facultad de Educación, Economía y Tecnología, Beatriz Prieto; el director provincial de Educación, Javier Martínez; y el director general del ramo de la Ciudad, Javier Celaya.

Desde Granada, la rectora Pilar Aranda ha subrayado que "algo estamos haciendo mal porque en todos los ámbitos necesitamos contar con aspectos, visiones y sentimientos diferentes, pero en el ámbito tecnológico están tres cuartas partes de los empleos del futuro, que además serán los mejor remunerados, y apenas hay chicas en esos estudios”.

También ha instado a las familias a no reforzar “componentes de inducción que transmiten a las mujeres que hay sectores en los que tendrán que trabajar mucho y no podrán compatibilizarlo con la maternidad”. “La libre elección debe presidir todo”, ha reclamado Aranda.

Las jóvenes han asegurado haber vivido una experiencia "maravillosa" y han propuesto que en años venideros se acepte también a chicos. Aranda ha envidado con una defensa de este tipo de iniciativas de “discriminación positiva” para evitar que la presencia de mujeres en las aulas de las Ingenierías sea testimonial e incluso ha abierto la puerta a organizar otras parecidas solo para chicos de los ámbitos de Educación y cuidados sanitarios.



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