Hasta los pecadores van al Cielo

Ya es, oficialmente, verano. Prueba de ello es que el Levante no quiso perderse una cita imprescindible, la inauguración de La Terraza del Cielo, o lo que es lo mismo: la inauguración del verano en Ceuta.  Ni el Levante ni casi nadie. Desde las nueve de la noche no había hueco en las dos terrazas unidas por un puente en lo alto del edificio diseñado por César Manrique para el Parque Marítimo. Y es que en Ceuta todos, buenos y malos, santos y pecadores, van al Cielo.

Hay muchos motivos para ello: a imagen y semejanza de Ceuta, El Cielo es la mejor atalaya para dejarse envolver por la luz del Estrecho y sumergirse en sus atardeceres. Y, aunque a primera vista lo parezca, no es un lugar para gente guapa, sino un lugar en el que sentirse guapo y paladear el dulce sabor de las noches de verano. Un sabor que llevamos muchos meses esperando. Ha sido un largo y desagradable invierno de lluvia, viento y frio. Es hora de pasar página, recostarse y saborear lo que viene, despacio, sin prisa. Es verano y tiene ya todas las bendiciones del Cielo.



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