El nuevo módulo de la planta desalinizadora, capaz de garantizar la absoluta autonomía de Ceuta en cuestiones de suministro de agua potable, está ya en marcha, y además con un notable abaratamiento de la producción. Una reducción de costes que no se reflejará en la factura de ACEMSA, al menos de momento.
La planta es aún propiedad de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y aún no se ha recepcionado la obra por parte de la Ciudad y no se hará hasta que no se determinen los términos en los que se realizará la transferencia al Gobierno local de la Ciudad de Ceuta. Una transferencia que, adelantó el consejero de Medio Ambiente, Emilio Carreira, se empezará a negociar este mismo jueves en Madrid, en respuesta a la interpelación del diputado de Caballas, Mohamed Ali.
Para Alí “no deja de ser raro” que la obra no esté recepcionada y ya esté en marcha y que, aunque es más barato producir agua, “pagamos lo mismo”, “alguien debería ofrecer explicaciones”.