La Ciudad Autónoma está estudiando la reglamentación desarrollada por las distintas Comunidades Autónomas para regular el juego presencial con el fin de elaborar su propia normativa, en la que Servicios Tributarios trabaja con objetivos de máximos: prohibir las máquinas de apuestas en los bares y cafeterías, establecer una distinta mínima entre salones de juego del mismo tipo de 200 metros y vetar la apertura de nuevos espacios de ese tipo a menos de 150 metros de colegios, parques infantiles...

Según ha explicado el gerente del OAST, Enrique Reyes, la entrada en vigor del texto una vez terminado y tramitado difícilmente podrá conducir al cierre de negocios ya operativos por los "derechos adquiridos", pero en ese caso la Administración autonómica se plantea imponer a sus propietarios la obligación de retirar de sus fachadas todo elemento publicitario que les identifique como tales.

En el caso de los locales de restauración, donde han proliferado las máquinas para jugar en línea, si no es factible erradicarlas Servicios Tributarios se propone "exigir su aislamiento del resto del local y la implantación de controles exhaustivos conectados con los registros oficiales para impedir el acceso de menores o personas autoexcluidas".