El consejero de Fomento, Néstor García, ha adelantado hoy la intención del Gobierno de externalizar mediante concurso por 203.238 euros la actualización y mejora de las ordenanzas urbanísticas que rigen en la ciudad autónoma. Una revisión que afectará especialmente a doce ordenanzas “algunas muy antiguas que requieren una actualización a las nuevas necesidades”, entre ellas las que conciernen a la concesión de licencias, la disciplina urbanística, el mobiliario urbano, la accesibilidad o las cédulas de habitabilidad, según ha citado el consejero.

Una externalización de la redacción de la normativa de la ciudad que ha explicado en términos de “necesidad”. García ha explicado que los técnicos de Fomento están “desbordados” ante el ingente trabajo de la Consejería, lo que haría imposible crear un equipo para elaborar las nuevas ordenanzas. “Realmente se trata de un trabajo bastante importante, se trata de un trabajo que queremos que no se diluya en el tiempo, lo ideal sería que entre lo antes posible”, ha argumentado Néstor García recordando que su Consejería ha tenido que dedicar funcionarios “full time” a áreas urgentes como la redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU); se ha reforzado el área de disciplina urbanística; la concesión de licencias “estaba atestada y queríamos desahogarla” y “las personas que están ahí no quiere que se dediquen a otras cosas”.

El consejero asegura que su Consejería tiene está capacitada para llevar adelante ese trabajo de revisión normativa pero “estas empresas nos van a dar un plus que es el que necesitamos”. A preguntas de los medios, Néstor García ha pedido que se evite el “alarmismo” ante el concepto de externalización de servicios públicos. “Veo que la externalización llama mucho la atención, no hay que ser alarmista”, ha matizado, “cuando el desarrollo de tus funciones te impide ampliarlas, la externalización es una posibilidad”. “Lo que pretendemos es hacer mejor el trabajo que se realiza, acortar los tiempos y ser más eficiente y tener más capacidad de trabajo, no hay porqué alarmarse”.