Este viernes las centrales sindicales habían convocado una jornada de huelga en todos los centros penitenciarios del país dentro de su estrategia de movilizaciones que ya comenzó hace dos jornadas con otra huelga. Según los datos facilitados por el propio Ministerio del Interior la huelga en Ceuta ha sido secundada por el 28,85 por ciento de los trabajadores que podían sumarse a ella. En total, según los datos facilitados el centro penitenciario cuenta con 120 trabajadores, de los que estaban llamados a servicios mínimos, más de la mitad, 68, y de los 52 empleados que sí podían haber realizado la huelga sólo 15 la secundaron.

El seguimiento es inferior al registrado, también según los datos del ministerio en el resto del país. Donde la cobertura de la huelga ha ascendido al 50 por ciento.

Si bien, sindicatos como CSIF han elevado el seguimiento al 90 por ciento. Y los trabajadores han apostado por endurecer sus movilizaciones realizando algunos piquetes o algunas iniciativas singulares como una visita poco amistosa al preso más ilustre del país esta semana, el ex todopoderoso, Rodrigo Rato. Los sindicatos han denunciado los servicios mínimos impuestos desde el ministerio ante la Justicia al considerarlos abusivos y señalan que en algunos centros gracias a los servicios mínimos hay más funcionarios en los módulos que en los días normales. Dado que la falta de plantilla es otro problema recurrente en muchas de las cárceles.

Los trabajadores reclaman una equiparación salarial entre todos los centros de trabajo independientemente de su ubicación geográfica, en un supuesto similar al proceso que viven Guardia Civil y Policía Nacional con su equiparación con las policías autonómicas. En el caso particular de Ceuta más que la equiparación salarial la preocupación entre la plantilla pasa por la llegada de efectivos prometida desde que se proyecto la macroprisión y la apertura progresiva de módulos.