La Compañía de César Martín pondrá en escena el próximo 22 de enero a las 21.00 horas en el Auditorio un capítulo más de su ciclo 'Relaciona2' sobre las relaciones humanas con la representación de 'Un dios salvaje', una obra teatral "salvajemente divertida" de la dramaturga francesa Yasmina Reza. Las entradas estarán a la venta desde este jueves tanto en la web de la Ciudad Autónoma como en la taquilla del Revellín al precio de 8 euros en patio de butacas y 6 euros en palco con los descuentos habituales.

El director y también actor estará acompañado por Monsterrat Taboada, Mónica Melgar y Miguel Ángel Mendoza para completar el elenco y convertirse, como personajes, "en conejillos de indias en manos de un dios no tan salvaje como impasible ante la fragilidad humana".

Cuatro personajes, dos parejas de padres muy educadas y cívicas, encerrados en una habitación con la excusa de la pelea entre sus hijos y la agresión de uno de ellos al otro “armado con un palo”. Ambas parejas se reúnen para intentar zanjar el tema de acuerdo con la legalidad y las normas sociales. El espectador puede observar como el barniz de la civilización se resquebraja poco a poco para dejar paso a la violencia y lo irracional. A lo largo de una tarde progresivamente infernal, los rituales, las ceremonias de la buena educación burguesa, dejan ver lentamente bajo la máscara, un rostro más primario hecho de furia y espíritu de venganza, lo que provoca en el público una enorme ración de carcajadas y “vergüenza ajena” ¿O no tan ajena?

La obra, publicada en enero de 2007 y estrenada en París un año después, fue un éxito en su francés original y ha sido muy aclamada en sus otras traducciones, desde Londres y Nueva York, hasta España y Latinoamérica. También en 2008 se estrenó en Londres, interpretada entre otros por Ralph Fiennes y en España, protagonizada por Aitana Sánchez-Gijón, Pere Ponce, Maribel Verdú y Antonio Molero.

El elenco inicial de Broadway estuvo formado por Jeff Daniels, Hope Davis, James Gandolfini y Marcia Gay Harden. Su versión cinematográfica de 2011 fue protagonizada por Jodie Foster y Kate Winslet.