COAC 2020

El Coro de Pakito Sánchez sobresale en un concurso que se lleva la comparsa de Tarifa y la Chirigota de Lolo Alonso

El Coro de Pakito Sánchez sobresale en un concurso que se lleva la comparsa de Tarifa y la Chirigota de Lolo Alonso
coro el valle de los caidos
El Coro El Valle de los Caídos en escena.
La chirigota de Los Pérez no echa más leña al fuego y evita las letras que cantó en la Mejilloná y que desataron polémica incluso en los medios nacionales

Había mucha expectación por ver sobre las tablas del Revellín al Coro El Valle de los caídos y la vuelta de Pakito Sánchez junto a históricos y jóvenes, aunque sobradamente consagrados del carnaval ceutí. Y aunque haya que tener cuidado con las expectativas, en esta ocasión el coro no defraudó. Puso en escena mucho más que el trabajo de meses y meses, puso emoción y una actuación para la historia.

Para la historia por el repaso, casi un ejercicio antropológico, a los 38 años de concurso, mezclándolo de emoción y sentimiento y agitando al patio de butacas de arriba abajo y a buen seguro a muchos más en casa que lo estarían viendo por la tele, las redes o como pudieran.

Quizás su actuación pueda tener un punto de nostalgia, “la única distracción que nos queda a los que no tenemos futuro” que decían en La Gran Belleza. Justo un baño de eso en tiempos difíciles en dónde parece que lo que abunda en la ciudad es pasado y lo que escasea es futuro. Pero por alguna razón que se escapa más allá de las letras no parece que esa sea la intención ni la apuesta, más bien la de reivindicar la historia para mirar orgullosos y con optimismo hacia delante, hacia las páginas y los concursos que quedan por escribir aún.

Es curioso, el coro desató al teatro, que le había dejado bien caldeadito la chirigota de Julio Sánchez, ‘El Cumpleaños de Manolito’, segundo premio y premio al tipo. Después llegaron los Pérez con su Juanviva va y los 40 y una réplica en muñeco a lo ‘Juan’ del Selu, pero con Juan Vivas como protagonista. Y ahí a decir verdad el teatro rugió con rabia y fuerza y ganas.

La expectación era máxima después de saberse que algunos componentes se habían rajado por temor a lo que pudiera pasar después de que la polémica por lo cantado en la Mejilloná saltara incluso a medios nacionales, recordando la condena a la chirigota de Los Polluelos. Si se autocensuraron o no, sólo Los Pérez y lo saben, pero lo cierto es que se dejaron fuera algunos de los compases que más polvareda habían levantado.

Y su mirada al pasado más que nostálgica, fue de rencor, por el premio arrancado por Vivas, aunque le cantaran que “es su chirigota favorita”. El repertorio en buena parte lo compuso una crítica al presidente y su gobierno que más que mordaz o ingeniosa fue despiadada y directa: de enano a ladrón y viceversa. Pero el muñeco les dio el juego suficiente para hacer lo que probablemente se espera de una chirigota arrancar risas al respetable, absolutamente volcado con ellos.

Y a pesar de que en esta segunda parte el teatro vibró de una manera mucho más palpable y sonora que en la primera parte los primeros premios se escucharon antes del descanso. El coro y Los Pérez levantaron la suficiente expectación para que en este segundo tramo no se vieran asientos vacíos en el patio. Incluso a los Fast Fourius de Bernabé les aguantó buena parte del respetable.

Pero los premios se los llevó en comparsa la primera en saltar a las tablas, Posdata Te quiero, la de Tarifa, le secundó El Letargo de Algeciras y la única agrupación en esta categoría de Ceuta, la de Emilia Espinosa, Las Valkirias se tuvo que conformar con el tercer premio y eso que la de El Letargo no demostró nada del otro mundo sobre las tablas. El concurso fue flojito en este apartado. Posdata Te quiero se quedó también con todos los otros premios, el tipo, el popurrí y el autor.

En chirigotas la mayor gloria se la llevó la de Lolo Alonso, Las que vienen de Linares. Bien afinada, con mucho juego entre copla y copla entre los componentes y un gran trabajo actoral. Hicieron reír y sonaron afinados, se quedan además con el premio al mejor popurrí y al autor.

El premio del tipo fue para El Cumpleaños de Manolito (Julio Sánchez), que se llevó además el del tipo. De ellos fue el mérito de calentar el teatro al inicio de la segunda parte. Una chirigota animosa y divertida que contagió ritmo y alegría con un importante curro en el tipo, que por eso mismo se lo reconoció el jurado. No era fácil, aunque pueda parecer lo contrario, berrear como un niño.

El tercer premio se fue para la chirigota de Algeciras, que ya ganó algún año Cuéntame que nos pasó, y quizás a Tini y los suyos les pesó el expediente, porque probablemente su letra y su puesta en escena fue la más acoplada y coherente de todas las que pasaron por las tablas del Revellín, tal vez les faltó un plus de emoción que sí tuvieron las que les adelantaron en el palmarés de este concurso de 2020.

Mención a parte merecerían Rosalía, concretamente La Rosalía, porque no hubo agrupación que no la mencionara a excepción del Coro y para el Bella Ciao, del que tiraron la mitad de las agrupaciones para ponerle otra letra.

El Coro de Pakito Sánchez sobresale en un concurso que se lleva la comparsa de Tarifa y la Chirigota de Lolo Alonso


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