El increíble museo arqueológico que Ceuta podría tener pero no tiene
Ánforas y cerámicas romanas e hispanomusulmanas, un sarcófago romano con la representación de las cuatro estaciones único en Tingitana; como únicos y singulares son los elementos arquitectónicos islámicos tallados en mármol y madera rescatados de la madrasa Al Yadida… Una colección propia por la que se pegarían decenas de museos de todo el mundo pero que Ceuta tiene por historia. ”Para otras cosas, Ceuta es una ciudad pequeña, pero en arqueología jugamos en primera división”, compara el arqueólogo de la Ciudad, Fernando Villada.
Una colección por la que mataría cualquier museo arqueológico pero que en Ceuta en su gran mayoría duerme en un almacén o se ceden a otros museos o exposiciones temporales, como las once piezas cedidas al Louvre o las prestadas al Museo Arqueológico Nacional. Ese uno por ciento visible se distribuye entre el espacio museístico de la Biblioteca ‘Adolfo Suárez’ en el yacimiento de Huerta Rufino y la basílica Tardorromana y no siempre con el espacio y el tratamiento que merecen las piezas.
Pero es un tesoro casi oculto. De los alrededor de 70 objetos preservados de la madrasa, solo pueden verse en Ceuta el citado brocal y los medios capiteles y las vigas talladas policromadas de Al Yadida, piezas únicas en el mundo, que se exhiben en la última sala de la Basílica Tardorromana. Otro de los fragmentos de viga policromada se exhibe en el Museo Arqueológico de Sevilla. Objetos ocultos entre los que se encuentran las piezas cedidas al Museo del Louvre - Dos capiteles, dos dinteles y dos collarinos de la Madrassa Al-Yadida, así como el brocal de pozo, una jarra y dos cuencos-, valiosos objetos que en muchos casos duermen en el almacén, soñando quizá con tener algún día un museo propio.
Un sueño que no parece que a corto o medio plazo vaya a hacerse realidad. Y no será por falta de museos en proyecto. Ceuta, si el Gobierno de Vivas cumple su promesa de inicio de legislatura, tendrá cinco museos más: el Museo de Bertuchi, un Centro de Interpretación de las Murallas Reales, el Archivo Municipal, un Museo de la Ciudad y un quinto dedicado a la Virgen de África en el complejo de la Manzana del Revellín. Pero ninguno arqueológico.