Scripta matent. Lo escrito permanece. Así se titula el primer estudio de cliptografía desarrollado en Ceuta, desarrollado por Fernando Villada y Gabriel Fernández Ahumada,  que han inventariado 751 grafitos históricos y marcas de cantería en las estructuras defensivas de la ciudad de Ceuta.

Durante cuatro años Villada y Ahumada han rastreado el Istmo  para detectar estos dibujos, firmas y mensajes labrados en la piedra. Muchos de los catalogados en este inventario de grafitos han desaparecido en estos años, degradados por condiciones ambientales o caídos en desgracia por alguna obra u otro grafito contemporáneo. Porque, así pasen los siglos, los humanos seguimos labrando las paredes para dejar nuestra huella.

La cliptografía, una ciencia al alza en los últimos años, estudia los grabados sobre superficies no pensadas para escribir, como la piedra. En unos casos, como  las marcas de cantería, son un lenguaje reglado, que sirve para enviar mensajes a otras cuadrillas de cabnteros, marcar la evolución del trabajo o el ritmo de producción, con lo que dan una información muy valiosa sobre el día a día de aquellos canteros. Porque, como decía Cressier, “más que cualquier expresión artística oficial, ofrecen información sobre la vida cotidiana, generalmente ignorada”.