El ojo en la mirada. Caty Castillo y su respuesta a las realidades

El ojo en la mirada. Caty Castillo y su respuesta a las realidades

Caty Castillo se aloja en el lugar donde la imagen sustituye a las palabras; por eso busca tras el objetivo gestos que cumplimentar con formas y espacios por determinar que son sólo eso: espacios. No se diría que es una fotógrafa si no se definiesen dichos espacios a través de un fotograma. “Captamos las imágenes a través de los sentimientos” apunta Caty bajo las fotografías que cuelgan en la Sala que albergará su perspectiva de China y de las personas en las próximas semanas, dando a Ceuta una recurrente posibilidad para plantearse un paseo cultural nada habitual.


‘Tirar’ fotografías es para Caty “un mundo distinto que deja percibir cosas que no parecen tener importancia” explica en el ámbito inusual de la exposición que muestra cómo desde su objetivo se involucró en un mundo que apenas conocía “es otra perspectiva -la de China- en la que me metí poco a poco, practicando sus formas de vida y fijándome en su cultura, tan amplia y extensa que me iba sorprendiendo en cada momento”.

Y es que en el medio centenar de instantáneas que cuelgan en la muestra Caty Castillo, que sostiene su vida con su trabajo en la radio y ‘controlando’ el devenir de la misma Sala, se autoafirma con los rasgos de la perspectiva que le dan las fotografías que hizo y las que deshizo en la mente mientras las tiraba. “Me merece la pena la atracción por lo humano” identifica cuando habla de sus ‘rostros’ que quieren salir del encuadre para satisfacer un ir y venir de las cosas que se quieren cumplimentar, “quiero seguir tirando todos estos efectos de las cosas y de las personas” abunda implicándose en el resultado de su cámara digital.

Caty no se cree profesional, de hecho no vive de ello, por eso reivindica la fotografía como un instrumento con el que abundar en el límite mismo de lo que la rodea “no quiero raptar sentido a a la profesión, lo que hago es usarla como instrumento” subraya mientras parpadea con los ojos que aporta a su visión de lo que, como diría Nietzsche es humano: demasiado humano; porque en las fotografía de esta fotógrafa que no quiere serlo, está el ámbito poersonal y el mundo que le rodea.

‘Rostros con rastro’ y ‘China en la retina’ son el titular de un recorrido íntimo que incita al viaje, el interior y el exterior; que se fija en la retina de Caty mientras lo explica encogiendo los hombros, como si no pasase nada, pero que puede no dejar indiferente si el interlocutor se deja soslayar en la nostalgia del propio viaje. ¿Una realidad social? Tal vez; ¿Una implicación? Es posible; ¿El devenir de una mirada? Probablemente. Todo ello sin todo ello, por eso es necesario, podría decirse, auscultar esta realidad que nos propone la fotógrafa que no quiere serlo pero que se deja el ojo en la mirada.

Las ciudades chinas de Beijing, Sang-hai y Shuzo (la llamada Venecia oriental) recorren paisaje y paisanaje en una muestra de esta zona del mundo tal y como se filtraba por su objetivo en 2006; Caty se reconoce en un deambular en que “no fue el típico viaje de un grupo con guía; sino que estuve conviviendo entre ellos durante más de un mes”; en formato de veinte por veinte, una particular perspectiva que no deja de asombrar en el ya, afortunadamente, usual espacio de la Sala. Bon voyage.

El ojo en la mirada. Caty Castillo y su respuesta a las realidades


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