En plena Semana Santa, la joya del Patrimonio de Ceuta permanece cerrada al público. La razón de este inoportuno cierre está en los “trabajos de acondicionamiento” necesarios para “mejorar el acceso al complejo arqueológico”. Unos trabajos obligados por los desprendimientos y filtraciones provocados por las últimas lluvias del invierno.

Pero de todo aquello hace ya dos meses. Y la Puerta Califal, el principal reclamo turístico de la ciudad autónoma, sigue cerrada. Así lo denunciaba el líder de Caballas, Mohamed Alí, en su cuenta de Twitter: “Puerta califal de Ceuta recién inaugurada, cierra al público por derrumbamiento. ¿Así pretende cuidar nuestro patrimonio el Gobierno de Ceuta”. Y es que la Puerta Califal, inaugurada el 27 de abril de 2016, no ha cumplido aún un año.

Y no es el primero que llama la atención del Gobierno sobre lo inoportuno de un cierre en plenas vacaciones de Semana Santa, temporada alta en toda regla. Hace ya once días, el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) solicitaba que se estudiara la posibilidad de usar el acceso para personas con discapacidad, que no está afectado por el derrumbe, para reabrir al público las instalaciones, especialmente en periodo vacacional.

Los restos arqueológicos de la Puerta Califal, hallados por casualidad en 2002 en el Parador La Muralla, fueron museizados y abiertos al público el pasado año gracias a una inversión de cerca de dos millones de euros, de los que la Administración local aportó un 25% y el Estado, a través del Ministerio de Fomento y con cargo al 1 % Cultural, el 75% restante.

Durante este tiempo, el yacimiento solo podía visitarse mediante cita previa con Servicios Turísticos en grupos reducidos de 20 personas, visitas guiadas que se interrumpieron a finales del pasado mes de marzo para acometer las obras de reparación.