PROI EN EL ENSAYO DE LA CISO

Reacción natural

Reacción natural
CISO PROI 72
Una usuaria de PROI en pleno crescendo de Beethoven.

La música, cada cual elija a su gusto, es un catalizador de emociones. Lo quieras o no, como si de una batuta mágica se tratara, la música te enciende o te acuna. Pues imagínese vivirla, no solo escucharla, desde dentro. Sentado entre violines y clarinetes. Sumergido en una orquesta sinfónica tocando para usted. Un lujo, un placer, al alcance de muy pocos que este jueves han podido vivir algunos de los usuarios de la asociación PROI, chicos y chicas con parálisis cerebral que han compartido con la Ceuta International Symphonyc Orchestra uno de los últimos ensayos antes de su estreno, este sábado 1 de septiembre en el Teatro Auditorio del Revellín.

En nombre de los usuarios de PROI, Tarek Ananou, agradeció a los jóvenes músicos de la Ceuta International Symphonyc Orchestra el gesto de compartir con ellos un ensayo y de disfrutar de su música. Un agradecimiento que sobraba hacer explícito. Sus caras de felicidad en medio del crescendo de una pieza de Beethoven lo decían todo.

La música, dicen, es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo que da como resultado un producto cultural. Una definición clásica que olvida un ingrediente básico de la música: las emociones, esos complejos procesos psíquicos que hierven en nuestro interior y que la música hace reaccionar como si de un sortilegio se tratara. Magia que se hacía visible en la mirada encendida de los chicos y chicas de PROI, conscientes del lujo que estaban viviendo, mecidos por la música al ritmo que marcaba la directora, Irene Gómez-Calado. Que mejor aplauso para un músico que una carcajada de felicidad.

Con ellos, además de sus cuidadores, el reportero y otros compañeros de medios locales, el presidente de la Ciudad, el consejero de Cultura, la consejera de Presidencia… Todos asistían tiesos al ensayo, cabeceando con aprobación, cuchicheando comentarios, aparentemente ajenos a esa corriente de mágica electricidad que recorría el auditorio. Tal vez pensando que la música es solo un producto cultural, una combinación acertada de sonidos y silencios, en vez de callar, escuchar y sonreír de felicidad al ritmo que marque la música. La reacción natural.

Reacción natural


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