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La afición al deporte de los ceutíes desborda al ICD, sin plazas suficientes para atender la demanda

La afición al deporte de los ceutíes desborda al ICD, sin plazas suficientes para atender la demanda
campoamor polideportivo pista
Unos infantiles entrenan en el Polideportivo Antonio Campoamor este pasado viernes por la tarde.
Faltan instalaciones y personal para ampliar las opciones de la ciudadanía de practicar o iniciarse en la actividad deportiva de manera guiada o por libre, e incluso para posibilitar que los clubes dispongan de más horas de entrenamiento. A día de hoy y para todo el curso, por ejemplo, es imposible para un particular alquilar una pista deportiva techada para jugar una pachanga, y las solicitudes de clubes en ese sentido para entrenar tampoco se pueden atender. La reapertura del Díaz Flor, no antes de septiembre de 2020, aliviará pero no resolverá el problema

En apenas un mes, el Instituto Ceutí de Deportes ha visto desbordada su oferta de plazas en actividades deportivas y escuelas dirigidas a la generalidad de la población ceutí. A fecha 2 de octubre, mientras un rosario de usuarios siguen pasando a diario por las oficinas para preguntar por las actividades e inscribirse, tenían contratadas 2.424 de las 2.522 plazas que han ofertado en 29 disciplinas y categorías deportivas, han cubierto el 96,11 por ciento de las plazas, pero mantienen en lista de espera a otras 477 personas, lo que rebasaría las plazas disponibles en 379, es decir haría falta incrementar la oferta en un 15 por ciento para satisfacer a toda la demanda.

Eso en números absolutos y totales, aunque llevado a la práctica y descendiendo a la pista, la cosa es algo más complicada. En la cobertura de las plazas influyen en muchos casos los horarios disponibles y la posibilidad en base a instalaciones y monitores de incrementar la oferta. Algo que parece imposible a día de hoy.

Por ejemplo, el uso de las pistas polideportivas techadas, cuatro en la actualidad: Guillermo Molina, Antonio Campoamor, La Libertad y Santa Amelia  está a pleno rendimiento. Para un grupo de amigos que quieran echar una pachanga es imposible el acceso a las instalaciones, todo está ocupado de lunes a viernes por actividades o entrenamientos y los sábados y domingos por la competición. Literalmente no hay pista cubierta para particulares. Todo el horario disponible está completo por convenios con la federación de fútbol, la de balonmano, diferentes clubes de baloncesto o las escuelas y actividades propias del ICD. No se molesten en intentarlo y no molesten, es el mensaje oficioso que sale de las oficinas del ICD.

La Ciudad ha iniciado para tratar de aliviar la situación trabajos para cubrir la pista vecinal de Juan XXIII y prevé que otra más podría seguir sus pasos. Pero la situación en ese aspecto no tiene visos de mejorar hasta que se abra el nuevo Díaz Flor, como pronto septiembre del próximo año.

La gerente de la institución, Araceli García, ha confirmado a Ceutaldia.com que incluso hay peticiones de clubes para disponer de un par de horas a la semana que se quedan sobre la mesa sin posibilidad de ser atendidas por la falta de espacio en el horario. Sólo está libre, el Guillermo Molina en horario de mediodía, apenas una ventana de un par de horas cuando la ciudad almuerza. El resto está ocupado.

Y a pesar de eso, la Junta Rectora aprobó esta misma semana una propuesta de Caballas para que todos los clubes de la ciudad puedan disponer de acceso a las instalaciones; algo que desde la Gerencia del ICD pintaban un día antes como imposible, incluso aunque se redujera el uso del Guillermo Molina que hace el Ceutí de categoría nacional, buque insignia del fútbol sala ceutí, y que de paso también viene demandando tradicionalmente más horas de las que dispone del pabellón. Y sin que esté claro si se considerarán también a los clubes de aficionados que engordan las ligas amateurs de adultos y que en muchos casos su constitución como club tiene que ver precisamente con tener opciones de acceder a las instalaciones, a pesar de que eso no garantice nada.

Ocupación de la oferta deportiva del ICD a 2 de octubre de 2019

Actividad Plazas ofertadas Plazas ocupadas Llista de espera
Natación infantil 481 511 199
Natación adultos 175 188 44
Natación mayores 125 156 14
Waterpolo 120 78  
Aqua Fitness 150 139 24
Aqua salud 20 23 3
Natación adaptada 16 7  
Natación preventiva 32 32 22
Multideportiva 15 15 7
Piragüismo 60 59  
Triatlón 45 32  
Equitación 266 177 9
Fútbol 40 41  
Atletismo 90 73 2
Tenis 120 113 2
Pádel 60 54 6
Vela 30 20  
Bádminton 12 5  
Petanca 20 0  
Montaña y escalada 24 10  
Easy Line 120 112 7
Pilates 100 92  
Gimnasia correctiva 80 66  
Yoga 40 41 36
Zumba 35 30 5
Gimnasia rítimica 230 181 1
Taekwondo 90 104 45
Defensa Personal 20 8  
Kárate 50 57 6
Total 2.522 2.424 477

La Ciudad ha iniciado para tratar de aliviar la situación trabajos para cubrir la pista vecinal de Juan XXIII y prevé que otra más podría seguir sus pasos. Pero la situación en ese aspecto no tiene visos de mejorar hasta que se abra el nuevo Díaz Flor, como pronto septiembre del próximo año.

Y la apuesta estrella en materia deportiva por parte del Gobierno para el futuro inmediato sigue pasando por invertir en construir una pista de motocross en la zona del cementerio.

Una apertura que aliviará también la pileta. Es en natación dónde más apretada está la oferta y la demanda. De las ocho actividades ofertadas en cinco se han admitido más inscritos que las plazas ofertadas, y en las cinco la lista de espera es más que numerosa, en natación infantil y de adultos ronda o rebasa el 40 por ciento de las plazas ofertadas; en natación preventiva se han cubierto las 32 plazas ofertadas y hay otras 22 personas apuntadas en la lista de espera. Sólo en natación adaptada y en waterpolo quedan plazas disponibles.

La Junta Rectora aprobó esa propuesta de Caballas de acceso a las instalaciones para clubes, a los que el ICD en los casos en los que existe convenio, ya sea con la federación de turno o con el propio club detrae el alquiler de las pistas de la subvención comprometida. Nada se dijo de los particulares, aunque sí se aprobó otra propuesta, que igualmente parece complicada que se cumpla. Mantener las instalaciones públicas deportivas abiertas los 365 días del año. Falta personal ya ahora mismo para poder ampliar las horas de disponibilidad de los polideportivos de la Libertad o el Campoamor y estirar la actividad en horario de mediodía. Aunque en ese caso, como sucede en el Guillermo Molina ni clubes ni particulares parecen interesados en ocupar ese tramo disponible, igual que sucede en verano, cuando la actividad de escuelas, federaciones y clubes decae y las pistas sí están disponibles para los particulares durante los meses de julio y agosto, “y sólo se alquilan algunos días a partir de las siete y ocho de la tarde, pero no mucho”, explica la propia García, dejando ver que la canícula en una ciudad rodeada de mar pasa factura a las actividades de interior y que la apertura en agosto del Guillermo Molina, por ejemplo no parece ser realmente demandada por la Ciudad.

Y a esa frenética actividad deportiva de los ceutíes respecto a la oferta del ICD, habría que sumarle el trabajo que hacen precisamente federaciones y clubes de toda condición, y otras 13.000 plazas ofertadas gratuitamente en actividades como equitación, vela, piragüismo, vela o waterpolo directamente a los colegios de primaria, todos acogidos, menos el San Agustín, que ha rechazado sistemáticamente la oferta del ICD para que su alumnado acceda a formación deportiva gratuita, según la información aportada por el ICD.

Y más aún, se añaden las personas que practican, acogidos a asociaciones o no, senderismo, corren o andan alrededor del Hacho, por García Aldave, por Benzú o simplemente cogen la bici, van a algún gimnasio privado o usan las instalaciones deportivas de circuitos de ejercicios al aire libre instaladas en las playas y en algún parque, hacen kayak de mar por su cuenta o incluso vela o motos de agua.

Respuesta institucional

Parece claro que los ceutíes son una ciudadanía volcada en mantenerse en forma, lo que no queda claro es que la respuesta desde las instituciones públicas esté siendo la adecuada, la pista de atletismo llegará más de una década después de prometerse en una campaña y aprobarse en el Pleno de la Asamblea. El nuevo Díaz Flor restituirá la oferta de instalaciones que ya había, no hay proyectado nada que sume más disponibilidad, sólo remozar lo ya existente en el Parque Urbano Juan Carlos I, donde tanto el pavimento como porterías, canastas y demás instalaciones complementarias presentan un estado lamentable, sin redes en las porterías resquebrajadas o con aros doblados hacia arriba en las canastas, por poner un ejemplo. Y la apuesta estrella en materia deportiva por parte del Gobierno para el futuro inmediato sigue pasando por invertir en construir una pista de motocross en la zona del cementerio.

Sólo el fútbol, el deporte con más licencias federativas, eso sí, parece haber conseguido hacer los deberes en los últimos años en cuanto a instalaciones, con el complejo federativo en la avenida de África y los nuevos campos de fútbol del Príncipe, y aún así faltan horas de pista con techo para el fútbol sala de clubes, escuelas y particulares.

Y mientras ha ido creciendo la demanda por practicar deportes de los ceutíes, en la gestión del Ejecutivo al respecto lo que ha sobresalido en este tiempo, junto con la apertura del Guillermo Molina Ríos, no sin un retraso de años (en plural) y un sobrecoste notable, están los conflictos con Arasti Barca por los monitores, o el más reciente con Limpiasol; la negativa a uno de los clubes con mayor raigambre de la Ciudad, el Caballa, para girar y ampliar sus instalaciones en la Ribera, mientras crecían como setas los chiringuitos; o los pasitos adelante y atrás para disolver el propio Instituto Ceutí de Deportes e integrarlo en la estructura administrativa de la Ciudad Autónoma.

La afición al deporte de los ceutíes desborda al ICD, sin plazas suficientes para atender la demanda


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