El Cádiz se vuelve a quedar con el Ceuta


El Cádiz se vuelve a quedar con el Ceuta

-Ambos conjuntos, llamados a la gloria del ascenso, compiten en maldad y empatan a uno en un duelo sin mérito, en el que el Cádiz fue peor

-Los dos goles fueron propiciados por fallos, de la defensa en el caso del Ceuta y del portero en el del Cádiz

Al igual que en la primera vuelta el Cádiz se ‘quedó’ con el Ceuta. Con lo mínimo, por no decir con nada a punto estuvo de llevarse lo máximo. La tarde fue para olvidar en el Murube. Ambos equipos, favoritos del grupo, parecieron dejar el tipo de gallito a un lado y vestirse de pollito, ahora que estamos en Carnavales que tanto gustan en Ceuta y en Cadiz.

El empate parece justo, teniendo en cuenta que los dos equipos apostaron más por el aburrimiento que por otra cosa.

Uno a uno, y gracias.

El Cádiz marcó en el minuto 33 de la primera parte en la primera vez que tiraba a puerta. En un fallo estrepitoso de la zaga caballa (Goiko lo calificó después en rueda de prensa de “regalo”, razón no le falta). En un corner en el que un mal despeje de cabeza hacia el segundo palo se convirtió en el peine perfecto para que apareciera Enrique para poner la cabeza y echarla a las mallas sin oposición ninguna. Cero a uno.

Injustísimo resultado. Se sabía que jugaba el Cádiz por las previas y por que el equipo vestía de amarillo y azul. Por nada más. El Ceuta había encerrado a su rival, pero como siempre en las últimas jornadas, el dominio no se traducía en ocasiones y goles, corners y más corners y la sensación de que el equipo es incapaz de rentabilizar el dominio táctico, físico y técnico que impone a los rivales sean de la talla que sean.

Ese infructuoso dominio que se repite jornada tras jornada deja un desanimo generalizado, la grada ya no se cree a los del césped. Da la sensación de que falten ideas de la media hacia adelante y que al final siempre habrá una pifia de la defensa, excesivamente lenta y confiada, que pondrá patas arriba todo.

Exactamente así fue este domingo frente al Cádiz. Y desde el 33 a remolque. Y la grada no es la única que sufre de falta de fe. Los propios jugadores parecieron jugar los diez minutos siguientes al gol aquejados por esa falta de contundencia arriba que se traduce al final en pifias en la zaga y goles fáciles que ponen todo este tinglado del ascenso muy, pero que muy difícil.

Y así el Cádiz pudo haber adelantado el entierro de la Caballa en 7 días en el minuto 37, tras una nueva pifia defensiva. O en el 40, o en el 42 cuando Fock se vistió de Supermán para parar una buena falta de José Serrano y el posterior rechace, ahí fue un super héroe con todas las letras.

Y poco, nada o casi nada cambió tras el descanso. El Ceuta achuchaba al Cádiz, pero la sensación era la de un equipo que domina inofensivamente a su rival por importante que este sea.

Los amarillos se cerraban bien atrás y a los blancos les desaparecían las ideas de tres cuartos de cancha hacia arriba. El recurso frecuente era balón a la olla, casi siempre mal puesta y con excesiva presencia de gaditanos y escasa de caballas.

Y atrás, la lentitud y la falta de concentración eran, como casi siempre, el mayor de los peligros para el Ceuta. En el 58 un jugador del Cádiz remató un corner absolutamente solo en el centro del área. Que no tuviera un defensa ceutí a menos de un metro y medio le debió de resultar tan increíble que la echo fuera por mucho.

Así sólo los fallos del portero rival parecieron despertar a un público que va asumiendo que a pesar del plantel, y de que salvo el Sevilla, ningún equipo de la categoría ha demostrado ser mejor que el Ceuta, más bien al contrario, este año, tampoco se va a subir a segunda. Falta ritmo, argumentos, ideas, compromiso, carácter y quizás lo más importante: hambre.

En el 63 Guzmán remató desde dentro del área chica uno de esos balones colgados, uno de los pocos que fue medio bien, pero lo hizo sin picante y el balón le cayó en las manos a Álvaro Campos, meta gaditano.

Campos se empeñó en competir en maldad con la defensa del Ceuta y en el 67 un balón largo que no cazó nadie le iba al pie, lejos de despejar, como era su intención, le pegó una patada al aire y a punto estuvo de cambiar el levante a poniente, el balón salió a 20 centímetros del palo, hasta allí corrió y corrió Javi Navarro (de los pocos que está siempre enchufado), pero no llegó.

14 minutos de aburrimiento y frío después, Campos volvió a ser protagonista decisivo. En un corner lanzado desde el flanco izquierdo del ataque del Ceuta, el portero del Cádiz, quizás también se aburría demasiado, salió a no se sabe dónde a se sabe menos aún qué. Y el balón le cayó en la frontal a Seguro, que había entrado de refuerzo en la segunda parte. Y Seguro, listo, le pegó con la esperanza de que el balón sorteara los cuerpos hasta la línea de gol a sabiendas de que no había portero. Logró el objetivo y empató el encuentro.

Apuró el Ceuta sus opciones y se volcó más aún contra la portería del Cádiz, hasta seis minutos añadió el colegiado, pero no sirvieron de nada. Allá por el 91, Seguro simuló un penalti y lo cazó el colegiado. Segunda amarilla, había visto la otra unos minutos antes y a la calle. Dio igual. No cambio la aburrida y fría tarde. El Cádiz, que no hizo nada, se volvió a quedar con el Ceuta, se llevó un punto, sin mérito alguno. Mantiene la tercera plaza, mantiene las distancias, gana el golaverage al Ceuta, consolida sus opciones y hunde un poco más en la depresión al Ceuta.

Los de Goiko ven alejarse sus opciones. Están a cuatro puntos del San Roque, cuarto, con el que han de jugar la última jornada, en un campo caliente, que espera su oportunidad de vengarse. Quedan hasta entonces 30 puntos, el calendario no es benévolo, la semana que viene Jaén, en otras tres semanas a Murcia, queda por venir al Murube el Melilla. No está fácil el objetivo de meterse en la liguilla y si la defensa sigue haciendo regalos parece imposible. Tampoco de medio campo hacia arriba cabe el optimismo, el equipo parece falto de ideas.

El reto es grande. De lo visto hoy en el Murube, no parece que apostar por que el Ceuta o el Cádiz vayan a estar entre los elegidos con la gloria del ascenso este año. Pero aún quedan 10 jornadas para enmendarse o para hacer estación de penitencia. De momento, el carnaval se acaba, los disfraces se caen y enseguida, tras la cuaresma llega la Semana Santa con sus via crucis. A ver si al final, también en esto del fútbol, tras tanto sufrimiento, llega la resurrección. Parece complicado hoy por hoy.

El Cádiz se vuelve a quedar con el Ceuta


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