El Ceuta gana y demuestra que no hay resaca que cien años dure


El Ceuta gana y demuestra que no hay resaca que cien años dure

- Los goles de Gilson Silva, Ormazábal y David Torres devuelven al Ceuta a la senda de la victoria

- El Yeclano hace de cicatrizante y cierra la herida que dejó abierta el Almería

- Los de De Deus hacen una gran primera parte, con poco premio, y desaparecen en la segunda duante casi 25 minutos

Llegaba el Yeclano a Ceuta con el cartel de rival ideal para cicatrizar la herida que dejó el viaje a Almería del domingo pasado. Y así pareció guante los primeros 45 minutos, lo puso en duda en la segunda parte y finalmente así fue.

Habrá que vigilar la cicatriz para que no se vuelva a abrir en las próximas jornadas, puesto que no fue un partido redondo del todo el del Ceuta. Pero ¿qué es redondo en segunda B?

Sin duda redondo hubiera sido endosarle ocho al humilde Yeclano, penúltimo en la tabla, a lo Barcelona en Almería. Pero eso, entonces, no parecería la Segunda División B.

El Ceuta salió bien plantado, consciente de su superioridad y con dos jugadores inspiradísimos: Gilson Silva y Guzmán. Entre los dos se bastaron para dejar huela en el Yeclano e infligir dolor. Les salía todo lo que intentaban y lograban llegar una y otra vez haciendo paredes por la banda y tirando regates, a veces de gran calidad, para generar peligro. Y en una así, apenas se llevaba un cuarto de hora, Gilson Silva enganchó un rechace del portero del Yeclano en el punto de penalti y lo fusiló. Uno cero.

La siguiente media hora fue la repetición constante de las paredes entre Gilson y Guzmán y la progresión de éste por la banda derecha a base de regates, autopases y lo que se le ocurriera. Generaba el Ceuta situaciones de peligro. La grada llegó a pedir dos penaltis. Uno por mano de un defensa que parece que sacó el balón cuando iba al fondo de la red un remate de cabeza. El otro, porque Guzmán, después de driblar a tres rivales no pudo con el cuarto dentro del área y se fue al suelo.

Y así llegó el descanso, con un Ceuta soberbio al que le bastaba con la banda derecha para fulminar al penúltimo. El único pero, que el marcador no fuera más holgado. Así, el Yeclano en cualquier llegada a la contra, en una falta tonta (como la de Almería del domingo pasado) o en un corner podía empatar y complicar la existencia.

Y salió el Ceuta, parecía que decidido a poner remedio a esa situación. Y lo logro en el minuto 3 de la segunda parte. En una contra, en un robo de balón en la media con un pase largo, Ormazábal se plantó en el área solo ante el meta del Yeclano y lo batió. Dos a cero. Ahora el marcador parecía hacer más justicia que antes.

Pero la Segunda B es así, y el Ceuta 14 jornadas después del inicio del curso sigue mostrando a veces que el equipo, aunque muy avanzado, aún está en contrucción. Y de pronto, como sale la luna o cae la noche, el equipo comenzó a dejarse ir, perdió un poco la concentración, cambió de banda Gilson Silva para intentar llegar por los dos lados, y el Yeclano se presentó en Ceuta. Lo hizo con un gol de Tomás en el minuto 54 que devolvía el partido a la situación con la que se llegó al descanso.

Quizás con una diferencia. Hasta el descanso el Yeclano no existía, a partir del 54 y con el dos a uno en el marcador, el Yeclano se vino arriba, todo lo arriba que se puede venir el penúltimo de la tabla del grupo IV de la Segunda División B, la categoría que no patrocina ningún banco. Y comenzó a inquietar al Ceuta, por la misma banda que habían usado Guzmán y Gilson Silva en la primera parte para acribillarlos. Álvaro Cano le hizo un traje, primero a Baigorri y después a David Cañas. Y en la primera Nauzet tuvo que intervenir para evitar el gol.

Dos zapatazos de lejos a punto estuvieron de dar el disgusto de la tarde. Uno lo sacó Nauzet y el árbitro no permitió el rechace por fuera de juego posicional. Otro acabó en el palo.

El Ceuta había desaparecido del partido. Y la torrija le duró unos 25 minutos. Parece poco tiempo, lo es. Pero al público, a esa hinchada furiosa que ruge a los árbitros hasta condicionarlos, que suele llenar las gradas y la tribuna del campo, de la olla a presión más temida de toda la categoría (todo esto va con ironía)… Al Público le dio tiempo en sólo 25 minutos de ausencia, de falta de concentración del equipo a silvar a sus jugadores. Un gesto feo, cuando el equipo está tercero en puestos de promoción, sólo van 14 jornadas y se han visto más destellos de buen juego que partidos malos.

Fuera por el aviso o por la repentina lesión de la mitad de la zaga, Zamora y Baigorri no pudieron terminar el partido, el equipo volvió a existir sobre el campo. Y a poco que se puso serio llegó dos veces al área del Yeclano con cierto peligro, en una de ellas, David Torres a centro de Modeste, que había entrado en sustitución de uno de los lesionados, marcó el tercero de la tarde. Lo hizo con el hombro, en semifallo. Pero el gol en el minuto 87 selló el partido y dio la tranquilidad.

A los dos minutos a punto estuvo de llegar el cuarto. El partido y la tarde no tuvieron más historia. El Yeclano hizo su papel de cicatrizante, el Ceuta se acabó de quitar la resaca copera que le hizo perder el pasado domingo en Almería. Se sigue en la tercera posición, pero más cerca del líder, el Sevilla Atlético empató. Y se sigue viendo a un equipo con calidad, que acostumbra a mostrarla, al que quizás le hace falta hacer dos o tres partidos seguidos como la primera parte de hoy ante el Yeclano, como el partido entero contra el Murcia, como el del Jaén, pero seguidos. Sin salpicar las buenas actuaciones con ausencias notables como la de Almería, o la segunda parte de este domingo. Quizás así el conjunto comience a imponer todo el miedo y dolor que estaba capacitado para infligir a los rivales.

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