Mentira, y, además, innecesaria pues las reivindicaciones de Agustín, de PROI y del asistente del club de montaña Anyera son otras muy diferentes. El objetivo y el afán de PROI es el ocio inclusivo participar (que no competir) con el resto de participantes, en igualdad de condiciones. Como había hecho hacía menos de 24 horas en la XII Vuelta a Ceuta Andando o como hizo en febrero en la maratón de Sevilla, participaciones por las que, curiosamente, recibió emocionadas felicitaciones del ICD en las redes sociales.

El Club de Montaña Anyera lo tiene más claro aún “el ICD falta a la verdad de manera flagrante y malintencionada, manipulando los datos y haciendo creer a la opinión pública que la culpa es de la persona que inscribió a Agustín”. “Para los responsables del ICD en la prueba, la participación de Agustín en su categoría, integrado como un deportista más, supondría un problema de seguridad para el resto de corredores y también para sí mismo ya que la prueba era por la calle y había incluso algún bordillo o escalón en el recorrido. Habría que recordarles su participación en la Maratón de Sevilla con más de 12000 participantes o el mismo sábado anterior, en la Vuelta a Ceuta andando, con más de 200 y con una climatología muy desagradable. Participó en ambas sin ningún tipo de problema”.

Desde Anyera niegan también que se dieran varias opciones para participar. “Es rotundamente falso”, desmienten, “la única opción que le dieron a Agustín era hacer un recorrido diferente, dentro de las murallas reales, porque así tendría más visibilidad y todo el mundo podría apaludirle. Ni Agustín, ni sus impulsores ni su familia aceptaron tal circunstancia y se marcharon del lugar”, matizan, lamentando que “está claro que para el ICD no existe la inclusión, sino todo lo contrario: separamos a los participantes en función de sus capacidades, los normales por aquí y los otros por allí…”