Abril fue otro mes cualquiera en Ceuta en lo que a empleo se refiere. Uno más malo y ¡van tantos! 13.388 parados al cierre del mes. 398 más que 30 días antes, 13 parados más por día, sin distingos de semana blanca o Santa. Un 3,06 por ciento más que en marzo.

Un mal dato que no admite paliativos en abril de ninguna clase. Se mire a donde se mire en las tablas, se hile como se hile. No hay lugar para la esperanza en esta tragedia.

¿Hace un año? La cosa estaba mejor. Son 764 parados más en abril de 2014 que en el de 2013 un 6,05 por ciento de subida de un desempleo que entonces ya parecía intolerable e insostenible al conjunto de fuerzas políticas, sociales y económicas

Y ¿mal de mucho consuelo de tontos? Tampoco nos gana ni a males ni a tontos nadie. Ceuta fue la única autonomía en las que se incrementó el paro en abril. Todas las demás notaron el efecto turismo de la Semana Santa. Hay que irse a la lista provincial para que alguien nos supere. Vizcaya o Bizkaia, como recoge la estadística del Sistema Público de Empleo Estatal (SEPE), 502 parados más que en marzo –si se atiende al tamaño y al porcentaje, tampoco–. En todas las demás bajó el paro.

¿Y la Seguridad Social? Si en los últimos tiempos se ha convertido en lugar común, más bien refugio común, en el discurso del Gobierno de la Ciudad Autónoma que a pesar del incremento en el padrón de emigrantes retornados por causa de la crisis y de perder su empleo, la Seguridad Social no ha visto mermadas sus altas y Ceuta no ha destruido empleo, en abril, esa trinchera también saltó por los aires: 233 trabajadores menos dados de alta que en marzo, un descenso del 1,14 por ciento. En los últimos doce meses la destrucción de empleo alcanzó los 515 altas en la Seguridad Social destruidas, 2,50 por ciento menos de trabajadores cotizando. En total 20.134 cotizantes: 16.558 en el régimen general, 3.341 autónomos y 236 en el del mar.

Si se toma como población activa los registrados de alta en la Seguridad Social (20.134) más los parados registrados en el SEPE (13.388), lo que arrojaría un total de 33.522 personas, los parados registrados suponen el 40 por ciento de este conjunto (39,93 por ciento). Esa tasa de paro significa que 2 de cada 5 residentes en Ceuta que quiere trabajar no puede hacerlo. No encuentra un empleo con el que llevar a casa un sueldo a final de mes.

La tasa, como siempre se ceba especialmente con los jóvenes, los que buscan su primer empleo, las mujeres más que los hombres y el sector servicios sobre todos los demás. El perfil más abundante en esos 13.388 desempleados es; mujer de menos de 30 años en busca de un empleo en el sector servicios o de su primer empleo.

Y lo peor es que quizás la estadística aún arroja recovecos por los que seguir cayendo al vacío y ahondando la tragedia social. La pandemia de lunes al sol puede seguir expandiéndose. Según SEPE son 15.575 personas las que se cuentan como demandantes de empleo, de ellas casi 14.000 (13.999, parece broma, pero no lo es) son demandantes de empleo sin ocupación y 1.157 ocupados. Es decir aún hay margen para que se engorden las cifras de parados sin que sea necesario destruir empleo y seguir perdiendo altas en la Seguridad Social.

Lo más parecido a un dato positivo, si ante semejante contexto estadístico se puede osar interpretar algo en modo optimista, son los 17 parados menos en el sector de la construcción y los 84 contratos de más que se registraron en abril respecto al mes de marzo y 132 en la cifra anual. Un crecimiento del 12,60 por ciento. En total 1.180 contratos registrados en abril en Ceuta de los que 1.015 fueron temporales y 165 indefinidos.

Cifras negativas en su práctica totalidad en abril. Cifras que dibujan una a una la radiografía de una tragedia colectiva que tiene su tortura rutinaria en 13.388 historias de sufrimiento y ansiedad.