INFORME FUNDACIÓN ADECCO

Ceuta y Melilla, las ciudades más jóvenes de España también envejecen

Ceuta y Melilla, las ciudades más jóvenes de España también envejecen
Mujeres pensionistas hiyab cuidadora mayores
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El Instituto Nacional de Estadística ha hecho públicos los últimos datos sobre envejecimiento en nuestro país que, una vez más, reflejan una tendencia que parece imparable: España ha vuelto a registrar un máximo histórico de envejecimiento, del 120% o, lo que es lo mismo, ya se contabilizan 120 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Esta cifra supone un crecimiento de 2 puntos porcentuales con respecto al año pasado, cuando el índice de envejecimiento se situó en un 118%.

En Ceuta, según datos de la Fundación Adecco, se registran 53 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, mientras que en Melilla la cifra desciende a los 41.A pesar de que presentan las menores tasas de envejecimiento de España, ambas han alcanzado su máximo histórico de envejecimiento. Se prevé que la cifra no dejará de crecer en los próximos años.

Ceuta y Melilla son las ciudades españolas que presentan la menor tasa de envejecimiento. En Ceuta, la tasa es del 53%: se contabilizan 53 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16; mientras que en Melilla la cifra desciende al 41%: 41 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Sin embargo, la cifra se está incrementado cada año, habiendo alcanzado en 2018 su valor máximo, una tendencia al alza que permanece imparable.

En este contexto, la Fundación Adecco alerta de la incoherencia que tiene, en esta coyuntura, discriminar laboralmente a los desempleados de más edad.  Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “no sólo es un contrasentido demográfico, sino que ponemos en peligro nuestro Estado del Bienestar. La prioridad nacional debe ser la implementación de políticas activas de empleo que empoderen a los desempleados seniors, mediante formación, acompañamiento y recursos clave que les permitan actualizar sus competencias y convertir su experiencia en un valor añadido.”.

En la misma línea, Mesonero comenta que: “en la actualidad, la edad de ingreso al empleo es cada vez más elevada; sin embargo, la discriminación comienza poco después de los 40 años, propiciando una salida temprana del mercado laboral. Si a ello añadimos que la esperanza de vida está en máximos históricos, la conclusión es que las personas están más tiempo inactivas que activas a lo largo de su vida.  Con todo ello, llegar a los 35 años cotizados se torna complicado y, quien llega, sólo genera un 33% del importe total de la jubilación, con lo que la situación se vuelve insostenible”.

La relación cotizante-pensionista cerró el año 2017 con un valor mínimo, del 2,2, considerándose una ecuación sostenible a partir de 2,5. Si continúa esta tendencia, para 2052 se estima que, por cada persona inactiva, habrá poco más de una persona trabajando, lo pone en peligro la sostenibilidad de nuestro sistema.

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