"No es trato de favor, es flexibilidad" aseguraba la portavoz Yolanda Bel, tras un encuentro en el que las partes implicadas han decidido fumar la pipa de la paz, y enterrar en el baúl de los recuerdos las pancartas con alusiones a pelotazos y las demostraciones de capacidad inversora ante los medios.
Se habe un nuevo proceso indefinido para que cada cual se las arregle como pueda con la Administración para legalizar su nave. Sobre el pasado, tan sólo leves quejas. El portavoz de los comerciantes, Ramesh Chandiramani, reconocía que algo había fallado por ambas partes para que en todo este tiempo tan sólo se hayan concedido quince licencias. Hace falta más diligencia por parte de todos, asegura Chandiramani. El tiempo contará en que queda al final un proceso que lleva paso de alargarse más que la construcción de la Manzana del Revellín.