El periodo medio de pago a proveedores de la Ciudad Autónoma entró en barrena durante el último trimestre del año pasado y la Administración local cerró el ejercicio tardando en ajustar sus facturas 81,63 días (Madrid no llega a cinco y Barcelona está por debajo de 12), casi el doble de lo que se demoraba en septiembre (48,83) y cinco veces más que en junio (17,9). Un año atrás, a finales de 2014, su medida eran 23,4 días, siempre según datos oficiales del Ministerio de Hacienda.

La Ley Orgánica 2/2012 introdujo el concepto de “periodo medio de pago” como expresión del tiempo de pago o retraso en el pago de la deuda comercial, de manera que todas las Administraciones Públicas, en un nuevo ejercicio de transparencia, quedaron obligadas a hacer público su periodo medio de pago, que deben calcular de acuerdo con una metodología común.

El “período medio de pago” mide “el retraso en el pago de la deuda comercial en términos económicos” desde la presentación de las facturas o certificaciones de obra y adquiere valor negativo si queda por debajo de 30 días naturales. Excluye las obligaciones de pago contraídas entre entidades que tengan la consideración de Administraciones Públicas, las obligaciones pagadas con cargo al Fondo para la Financiación de los Pagos a Proveedores y las propuestas de pago que hayan sido objeto de retención como consecuencia de embargos, mandamientos de ejecución, procedimientos administrativos de compensación o actos análogos dictados por órganos judiciales o administrativos

La “ratio de las operaciones pagadas”, el indicador del "número de días promedio que se ha tardado en realizar los pagos” está en 81,6 días, lo que se tardó de media en desembolsar deudas por un importe de 20,5 millones.

Lo que se dejó sin saldar, la “ratio de las operaciones pendientes de pago”, que refleja “el número de días promedio de antigüedad de las operaciones pendientes de pago a final del trimestre”, está en 79,58 días y acumula 21,3 millones.

De los 1,8 días de AMGEVICESA los 8 meses del ICD

El Instituto Ceutí de Deportes (ICD) es, con mucho, el peor pagador público de la Ciudad. Su demora en saldar cuentas con sus suministradores llega a 236,6 días, casi ocho meses, según los datos del Ministerio de Hacienda. EMVICESA presenta el segundo peor dato al término de 2015 con 68,45 días, algo más de dos meses y una semana.

OBIMACE se coloca justo por debajo del límite de 30 días (en concreto, en 29,96), mientras que el resto del sector público empresarial está muy debajo de ese techo. AMGEVICESA es líder con 1,8 días. El Instituto de Estudios Ceutíes (IEC) no llega ni a una semana en desembolsar lo que debe por las facturas que recibe (4,9 días), como el Instituto de Idiomas (6,7) y ni OBIMASA (8,58) ni el Patronato de Música tampoco alcanzan las dos semanas (14.08).

El Parque Marítimo se mueve en la misma horquilla (16,23 días), como RTVCE, que está (19,38) ligeramente por encima de Servicios Turísticos de Ceuta (16,72). En cualquier caso, todas esas empresas y organismos funcionan ‘peor’ que Servicios Tributarios, que tampoco tarda ni dos semanas en pagar a sus proveedores: 13,8 días. PROCESA se sitúa en 18,1 y ACEMSA en 22,8.