El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, se ha mostrado muy crítico con el “comercio atípico” de mercancías cargadas por porteadores y porteadoras que “ponen en riesgo su salud y en ocasiones su vida” en un trabajo de una dureza extrema. Un comercio que “en otros sitios llaman contrabando”, recuerda, y  para el que urge a buscar una alternativa consensuada con Marruecos.

El Defensor del Pueblo visita este miércoles las instalaciones de la frontera entre Ceuta y Marruecos y del paso de mercancías de Tarajal II, una actividad de una dureza extrema, recordaba Francisco Fernández Marugán, que es “lamentablemente característico” de las ciudades autónomas.

Fernández Marugán entiende que en el problema que supone este comercio atípico confluyen muchos factores, principalmente el escalón de desigualdad que separa a ambos lados de la frontera, pero urge a darle un enfoque “radicalmente distinto”, eso sí, siempre con “la alternativa encima de la mesa” y consensuado con las partes implicadas, Marruecos, España y los operadores comerciales. Una solución compleja en la que el defensor “empezaría buscando el acuerdo” con el Reino Alauí, advirtiendo, eso sí, que quizá no haya una solución universal para Ceuta y Melilla y haya que analizar la problemática de forma independiente en cada ciudad autónoma.