El Poblado Marinero no puede más. Igual que para el comercio la zona afronta su campaña navideña, cuando buena parte de la ciudadanía visitará alguno de los locales de la zona de marcha de la ciudad y lo hace con la congoja que deja el incendio provocado el pasado viernes de madrugada. Esa noche, a unas horas en las que otrora se podría pasear con oro y joyas por la zona sin temor a nada, alguien le pegó una patada al cuarto de contenedores que se ubica en la trasera del bloque donde se ubican entre otros negocios el Impacto o la heladería la Golosa, y le pegó fuego a los contenedores en cuestión.

Las imágenes grabadas mientras intervenían los bomberos por un ciudadano dan cuenta de la espectacularidad del daño provocado en el corazón de la zona de marcha, precisamente en uno de los momentos que debería ser tranquilo y bullicioso en la zona.

Es el enésimo suceso en el Poblado Marinero en los últimos meses y la enésima señal que sufren los concesionarios del abandono institucional al que están sometidos. Reclaman desde hace tiempo a las instituciones más apoyo al tejido empresarial de la zona mejorando la seguridad, la limpieza y planteando un plan de dinamización que pasa entre otras cosas por reformar algunos de los espacios comunes.

Pero hasta la fecha todas sus demandas han ido cayendo en saco roto sin que la Administración Local, la Autoridad Portuaria (su arrendadora), o la Delegación del Gobierno tomen cartas en el asunto al menos para resolver el que parece el problema más acuciante y garanticen cierto nivel de seguridad durante las noches de los fines de semana para que cesen los hurtos o los altercados como el de la madrugada del pasado viernes al sábado.

Por eso los empresarios de los que dependen una importante cantidad de puestos de trabajo esperan que en los próximos días puedan mantener una reunión con el Gobierno local en la que vuelvan a plantear sus demandas y se aborde de una vez por todas una intervención para dar satisfacción a las mismas y volver a hacer de la zona un sitio seguro y absolutamente tranquilo para disfrutar de la noche y el ocio nocturno. Tal y como era no hace demasiado tiempo y tal y como cabe esperar de cara a las fiestas navideñas que reunirán fin de semana tras fin de semana a compañeros de trabajo entorno a comida, copas y bailes, amigos, familias y demás.