Quince años de retraso. Las mujeres ocupadas de Ceuta llegan a final de mes, de media, como los hombres en 2002. Ni siquiera. La equiparación salarial es una quimera. Según la serie histórica comparativa que recogen los Anuarios Estadísticos de PROCESA, que no bebe de la Encuesta de Población Activa (EPA), una estafa trimestral por la reducida muestra que se toma en la ciudad, sino de datos procedentes de la Agencia Tributaria, en 2015, el último ejercicio natural con datos cerrados, el salario medio en Ceuta rozaba los 22.000 euros (21.989 exactamente).

El de un hombre alcanzaba los 24.621 euros, todavía por debajo de los niveles de 2009 y años siguientes, mientras que el de una mujer se quedaba en 17.993 euros. Traducido a porcentajes, esas cifras quieren decir que un varón ocupado percibe de media al final de un año un 33% más por su trabajo que una mujer.

De hecho, las remuneraciones femeninas medias todavía no alcanzaban en 2015 las que ya registraban los varones en 2002 (18.199 euros), cuando la diferencia salarial rozaba el 50% del sueldo medio de una caballa con empleo (12.234 euros al año).

En términos absolutos, la diferencia retributiva anual no dejó de crecer desde 2002 (5.965 euros) hasta 2010, cuando en pleno estallido de la crisis económica alcanzó un tope de 8.228 euros anuales. Desde entonces ha decrecido ligeramente hasta situarse en 6.628 euros al año.

Para esto da igual jóvenes que mayores. La población ocupada femenina es muy inferior a la masculina y, cuando las mujeres consiguen trabajo, cobran menos que los varones caballas a cualquier edad. Sin considerar sexo, las retribuciones medias de los ocupados con menos de 18 años rozan los 6.000 euros y son ligeramente superiores a los de quienes tienen entre esa edad y 25 (5.834 euros). En la década superior (de 26 a 35) las remuneraciones anuales rozan los 16.000 euros y entre 36 y 45 llegan a 23.545.

Los ocupados con entre 46 y 55 años cobran de media al año 28.396 euros y entre los 55 y los 65, 32.879. Los mayores, 12.811. En el caso de las mujeres, con entre 55 y 65 años perciben de media al año menos de 28.000 euros mientras los hombres de la misma quinta rozan los 35.000. Las jóvenes con menos de 25 años no alcanzan los 500 euros de media al mes y con entre 26 y 36 años se sitúan en 12.937 (18.162 los hombres).

UGT ha publicado este año un informe titulado ‘La falta de políticas de igualdad en el empleo incrementa la brecha salarial’ que analiza el salario bruto medio anual de los hombres españoles (25.727 euros) y de las mujeres (19.744 euros) a la luz de los números recogidos en la última Encuesta de Estructura Salarial.

A nivel nacional las mayores diferencias salariales las sufren las mujeres del sector de actividades financieras y seguros, que perciben de media unos 10.431 euros menos que los hombres. Por tipo de estudios, el salario de las mujeres es inferior en todos los niveles y destaca que las mujeres diplomadas universitarias (25.493 euros) perciben salarios medios anuales similares a los hombres con Secundaria (24.895 euros).

Entre las posibles medidas correctoras puestas sobre la mesa por UGT se encuentra incrementar las sanciones a las empresas que no respeten la normativa sobre igualdad de género, obligarlas a revisar las clasificaciones profesionales y la valoración de puestos de trabajo y a que desarrollen planes de igualdad a partir de 25 trabajadores.