FRONTERA

Tarajal, en busca del orden tras el caos

Tarajal, en busca del orden tras el caos
Colapso en la frontera 2
Colapso en la frontera para salir de Ceuta, este martes 11 de diciembre.

Delegación de Gobierno se ha empeñado en que las avalanchas del pasado 29 de noviembre sean las últimas en la frontera del Tarajal. En aquella ocasión, varias personas terminaron heridas en el hospital y las imágenes grabadas sobre el terreno terminaron de convencer a la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos: era necesario dar una vuelta de tuerca más para terminar de estrangular al porteo y recuperar el control de la frontera aunque haya que provocar antes el caos.


De momento se está consiguiendo pero el precio es alto: al otro lado de la frontera, en Bab Sebta, las multitudes se agolpan cada mañana, se quedan sin poder entrar no solo porteadores, sino también todos aquellos, sobre todo empleadas de hogar, que trabajan sin contrato. Y quien reúne las condiciones y tiene su pase o su visado, llega tarde a trabajo por las inmensas aglomeraciones, tumultos y problemas. “Te insulta y te empujan por tener pase, la gente es mala”, explica una empleada de hogar que llega “dos horas tarde” y eso que salió antes de las seis de la mañana de su casa en Tetuán. “Ruina, ruina”, resume otra agitando las manos y corriendo hacia el autobús.

Desde el martes 3 de diciembre, se ha aparcado ‘de facto’ la excepción al acervo Schengen en Ceuta y Melilla con la exigencia a los ciudadanos marroquíes de visado, pase transfronterizo o permiso de residencia para poder cruzar a Ceuta. Un bloqueo selectivo con el que se pretende erradicar la entrada de porteadores a la ciudad autónoma pero que supone cambiar la política de fronteras en el Tarajal vigente desde 1991. Una excepción en el protocolo de acceso de España al acuerdo de Schengen permite desde entonces el flujo selectivo sin visado de los ciudadanos marroquíes residentes en las áreas colindantes. En el caso de Ceuta, atendiendo a a especial relación de muchos habitantes de uno y otro lado durante siglos, a los ciudadanos de la región de Tetuán les estaba hasta ahora permitida la entrada en territorio Schengen, sin la exigencia del visado, durante un período de hasta 24 horas. El mismo régimen fronterizo se aplica en Melilla en relación con los residentes en la provincia de Nador. Desde el 3 de diciembre, sea residente en Tetuán o no, nadie pasa la frontera si no porta alguno de los tres requisitos: pase transfronterizo, visado o permiso de residencia.

Fuentes jurídicas consultadas por Ceuta al Día creen que la medida es “jurídicamente intachable”- pusto que se exige un visado, un pase transfronterizo o permiso de residencia- aunque discrepan de su utilidad porque más allá de eso, señalan, la clave está en que Marruecos está también decidido a acabar con el porteo, erradicar esa imagen de la frontera con España y, de paso, apuntan, dar un golpe económico a Ceuta, que tendría un Tarajal más ordenado, pero un recurso económico menos.

Pero, pese al bloqueo, el número de porteadores y porteadoras que cruzan por el paso habilitado de mercancías, Tarajal II, no varía y se mantiene en el entorno de 2.500-2.800 diarios, según fuentes de Delegación de Gobierno. De momento, quienes pelean para entrar a Ceuta no quieren limitarse al porteo tradicional. Y es que el control estricto de entrada ha disparado los precios. “Si antes pagaban un euro por pasar una chaqueta ahora el precio ha subido a 9 euros”, explican fuentes de Delegación. Alguien tiene almacenado un enorme stock de mercancía Made in China que ya no logra cruzar a Marruecos con la facilidad que lo hacía hasta ahora.

La intención se mantiene y se mantendrá, al menos hasta el 21 de diciembre, cuando se suspende el porteo con motivo de las fiestas navideñas hasta el 8 de enero, matizan desde Delegación de Gobierno.

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