La Asociación de Mujeres Profesionales y Empresarias de Ceuta (BPW, siglas de Bussiness Professional Women) han desarrollado un pequeño acto que ha incluido la lectura de un manifiesto a las puertas del Palacio de la Asamblea en este viernes que justo se celebra el Día Europeo por la Igualdad Salarial. Usando ese altavoz han reclamado acabar de una vez por todas con la brecha que separa y discrimina a la mujer, concretamente su trabajo, del hombre.

En el texto que han leído han puesto cifras a esa desigualdad. Sonrojantes cifras. Sin ir más lejos la celebración y la elección de este 22 de febrero tiene explicación, es “el número de días de más que una mujer tiene que trabajar para cobrar lo mismo que un hombre. En España esta diferencia se traduce en 418 días (353 +53)”. Este viernes 22 de febrero es precisamente ese día, el número 53 del año.

Es decir, en comparación con un hombre, una mujer que haya trabajado igual que él desde que se apagaron las luces de la celebración de la llegada del año no comenzaría a cobrar nada hasta hoy.

Pero hay más datos: El 14,2 por ciento de la brecha salarial se mantiene, según Eurostat. El 75 por ciento de los trabajadores a tiempo parcial son mujeres. Tener hijos sigue repercutiendo en la jornada laboral, así sólo el 2 por ciento de hombres con jornada reducida lo solicitaron para dedicar más tiempo al cuidado de los hijos o ancianos. Más de millón y  medio de mujeres perciben pensiones por debajo de los 500 euros. El 18,2 por ciento de las mujeres tiene ingresos de menor cuantía que el Salario Mínimo Interprofesional. El salario de las mujeres es más bajo que el de los hombres, independientemente del tipo de contrato.

Y si eso es la foto de la desigualdad laboral entre hombre y mujer en la base del mercado laboral, la de la parte alta tampoco es mejor: sólo un 20 por ciento de mujeres forman parte de los Consejos de Administración del IBEX35 y sólo un 2 por ciento ocupan cargos dentro de los órganos ejecutivos de las confederaciones empresariales provinciales y de las cámaras de comercio.

Por eso este día, por eso este manifiesto, “para ilustrar la brecha salarial existente entre mujeres y hombres y que es el resultado más visible de la desigualdad y discriminación que sufren las mujeres en el mercado de trabajo, plasmándose en una peor inserción en el empleo, con peores condiciones y menores salarios por realizar un trabajo igual o de igual valor”.

Esa desigualdad, esas cifras que reflejan el desprecio y la minusvaloración del trabajo de la mujer se explican, según ha recogido el manifiesto de la Asociación por factores como la temporalidad y la parcialidad, a las que se suma la precariedad de los sectores mayoritariamente ocupados por mujeres. Pero no sólo, también la “infravaloración de aspectos asociados al trabajo femenino, hacen de la brecha salarial una doble discriminación porque cuanta menos cotización y menos salario, mayor desprotección social, menores prestaciones por desempleo y jubilación”.

Pero si todo fuera tan claro como los números tal vez la lucha para la igualdad sería más sencilla. “La discriminación salarial que más se da en las empresas es sutil e indirecta: no tiene que ver con el sueldo base, sino con los complementos, con la contratación temporal, la asignación de categorías inferiores al desempeño de tareas de mayor responsabilidad y con reconocer una retribución diferente a empleos que tienen igual valor”, han leído.

Por eso la Asociación ha reclamando el derecho a una remuneración justa y equitativa e igual entre hombres y mujeres. “Entre todas las personas debemos conseguir romper esta brecha salarial, analizando la estructura salarial de nuestras organizaciones e invitando a otras empresas y entidades a que también lo hagan”, han cerrado el manifiesto.