El vía crucis veraniego de libros, apuntes y clases particulares para aprobar en septiembre lo que no se consiguió en junio tiene los años contados. Probablemente este sea el último curso de calendario académico tradicional. No desaparecerá la segunda oportunidad, la convocatoria extraordinaria, pero tarde o temprano se hará a finales de junio. El Foro de la Educación ya ha abierto el debate sobre cómo y cuándo incorporar al alumnado de Secundaria y Bachillerato al modelo que ya ha adoptado la Universidad de Granada y media docena de Autonomías.

Habla el director provincial de Educación, León Bendayán: “En Primaria no hay exámenes de septiembre y en la universidad están en proceso de eliminación, por lo que estamos obligados a reflexionar sobre el asunto y para ello queremos hacerlo con datos, no con percepciones”. La “sensación” en la comunidad educativa es que el modelo tradicional, el de dar los meses de verano a los suspendidos para estudiar, tiene escasos beneficios pedagógicos y múltiples inconvenientes, tanto para el proceso de aprendizaje como para la organización del sistema en lo que a la preparación e inicio de curso se refiere.

La Inspección educativa se ha comprometido a concretar en números cuántos estudiantes de ESO y Bachillerato van actualmente a septiembre y cuántos tienen éxito en esos exámenes para constatar si son o no habas contadas.

La UGR ha aprobado este mes cambiar su calendario: acabar con los actuales exámenes de septiembre y cerrar en julio los cursos, que quedarán divididos en dos semestres de aproximadamente 18 semanas con fechas de referencia de inicio y final de las actividades lectivas. En febrero, el Decanato de la Facultad de Educación sondeó a su comunidad educativa, que mayoritariamente se inclinó por adaptar su calendario al modelo del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), con un primer semestre que iría de la segunda semana de septiembre a Navidad  (la convocatoria de exámenes incluiría dos oportunidades a desarrollar en cinco semanas a lo largo de enero y las dos primeras semanas de febrero) y un segundo semestre que se alargaría hasta finales de mayo, con las pruebas en junio y la primera semana de julio.

Adopte el acuerdo que adopte el Foro para Secundaria y Bachillerato, su implementación también sería para el final del próximo curso. El debate no es único en el territorio de gestión directa del Ministerio. Navarra, País Vasco, Cantabria y la Comunidad Valenciana han fijado ya sus exámenes de recuperación en junio en Secundaria. Para el alumnado de Bachillerato los han adelantado Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana, además de La Rioja, Canarias y, en parte, Extremadura. Otras tres regiones (Madrid, Castilla y León y La Rioja) han anunciado que quieren adelantar sus pruebas a partir de 2018, aunque no en todos los cursos.

Para el presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA), Mustafa Mohamed, ha recordado que “las familias siempre hemos abogado por la supresión de los exámenes de septiembre porque la oportunidad de aprobar a la vuelta de verano genera una desigualdad en tanto que solo viable o como mínimo mucho más factible para quienes tienen recursos para pagarse una segunda escuela durante el verano”.

Si las pruebas se adelantan, sin embargo, existe "plena disponibilidad de los profesores para la tutorización de estudiantes en periodo de preparación de las pruebas de avaluaciónn tanto ordinarias como extraordinarias (si son necesarias)", argumento utilizado a favor del cambio en la UGR y trasladable a niveles inferiores.

Entre los docentes se considera que no solo se podría ganar en mejor organización del curso siguiente sino también evitar disfunciones con las interinidades a la hora de examinar a los alumnos a los que se ha impartido docencia el año anterior, etcétera.

Académicamente tampoco parece haber, a juzgar por los resultados de las regiones que van por delante, variaciones significativas: en Navarra el 36,12% de alumnos aprobó 2º de Bachillerato en la convocatoria extraordinaria de junio de 2014 y un 25,54% lo hizo en el resto de cursos, con los exámenes a la vuelta del verano.