Unos 5.000 musulmanes ceutíes han acudido este viernes por la mañana a los dos rezos colectivos al aire libre organizados en la ciudad autónoma para iniciar de esta forma la festividad de Eid El Fitr, que se prolongará durante tres días como punto final del mes sagrado de ayuno de Ramadán, que ha concluido esta madrugada.

“Mas de 4.000” fieles, según fuentes de Protección Civil, han asistido a la oración convocada por la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE), mientras que “unas 700” han participado en la promovida por el Consejo Religioso y Benéfico Luna Blanca.

Mientras que este último ya pidió en 2012 a las autoridades institucionales que no asistiesen al acto, la UCIDCE ha decidido este año retirar la invitación que ha venido cursando desde que empezó a organizar estos rezos al Gobierno local y a la Delegación del Gobierno para sumarse a la cita. El presidente de la Unión, Laarbi Maateis, ha justificado el gesto como una forma de “evitar críticas y polémicas”. La portavoz accidental del Gobierno local, Mabel Deu, también en declaraciones a los periodistas, ha restado trascendencia al hecho y ha señalado que “no hace falta que se nos invite”.

Dos imames marroquíes, Ahmed Kerkich y Mohamed Zagloul, han dirigido los dos rezos, en los que han hecho una llamada a los musulmanes a cuidar su lenguaje y la fidelidad a sus parejas para llegar “al Paraíso” y han apelado a contribuir a “la paz y la convivencia”.

La UCIDCE, en cuya explanada no se han colocado esta vez las banderas españolas que sí lució otras veces, ha llamado a los partidos a alejarse del “fanatismo político” y a “no generar alamas sociales para dejar mal al Islam y a los musulmanes”. “Deberían ser más prudentes y esperar a las resoluciones judiciales antes de hablar tan alegremente”, ha señalado su presiente, Laarbi Maateis, en referencia a la polémica generada por las palabras del predicador melillense que recientemente aseguró en una mezquita local que las musulmanas no deben llevar zapatos de tacón, vaqueros ajustados o perfumarse en la calle para no ser consideradas “unas fornicadoras”, declaraciones que la Fiscalía no ha estimado delictivas.