La Ciudad Autónoma es muy exigente con lo que adquiere a través de los contratos que, en cuanto superan los 500 euros de gasto, debe sacar obligatoriamente a concurso público a través de su Perfil del Contratante, aunque la legislación establezca que "las prescripciones técnicas deberán permitir el acceso en condiciones de igualdad de los licitadores, sin que puedan tener por efecto la creación de obstáculos injustificados a la apertura de los contratos públicos a la competencia".

El culmen de esa práctica lo marcó el ICD a finales del año pasado, cuando para comprar los "detalles" a entregar "como recuerdo de la participación en la Gala Benéfica de Navidad de la Escuela de Gimnasia Rítmica" exigió estuches "fucsia con cremallera verde" y "lápices fucsia con goma en forma de corazón verde y rosa cada cara de un color impreso", entre otras cosas, por un presupuesto de mil euros.

Este martes, la Consejería de Gobernación ha abierto la concurrencia para, por más de 11.000 euros, vestir a "los vigilantes de políticas activas de empleo". Pero no con una ropa cualquiera. El pantalón debe tener pinzas, tres bolsillos y uno más "relojero", ese pequeño habitáculo concebido en el siglo XIX para meter el reloj de mano y que hoy, según Levi's, sirve para guardar "monedas, tickets, pequeños objetos o preservativos".

Las camisas tienen que llevar "dos bolsillos de parche en el pecho" y el tejido, con un 65% de popelín. Los jerseys, con "puños en ribete clásico a tono". Únicamente las gorras valen simplemente "negras".

La Ley establece que "salvo que lo justifique el objeto del contrato, las especificaciones técnicas no podrán mencionar una fabricación o una procedencia determinada o un procedimiento concreto, ni hacer referencia a una marca, a una patente o a un tipo, a un origen o a una producción determinados con la finalidad de favorecer o descartar ciertas empresas o ciertos productos".

En consecuencia, la Ciudad no exige que determinado producto sea de equis fabricante, pero llevando al extremo la "discrecionalidad técnica" sí logra que a una licitación solamente pueda llegar quien tenga acceso a un suministrador concreto o la empresa que disponga del stock necesario. Según los expertos, "las especificaciones técnicas no pueden describir el producto sin mencionar marcas pero singularizándolo y haciéndolo único en el mercado".

"Seis broches de presión metálicos bajo solapa"

Justo antes de Semana Santa, como denunció el MDyC, el ICD licitó también la compra, entre otras prendas, de siete chaquetas "de corte clásico de cuello alto, bolsillos, costuras reforzadas en hombro y sisa, pespunte en cuello y doble pespunte en puños y cintura" de felpa lisa perchada. Por si fuera poco detalle, debía ser de 285 gramos por metro cuadrado y "color vino tinto". De su adjudicación no ha habido más noticias en la web de la Administración.

Tal grado de detalle contrasta con otros procesos de la misma Ciudad Autónoma en los que se ha reclamado a los licitadores que los productos a comprar tuviesen que responder, por ejemplo, "a criterios de calidad contrastada en cuanto a la naturaleza de los materiales (que podrán ser elementos naturales, o sintéticos), a la comodidad y a la duración de los mismos".

Obimace, por ejemplo, no es tan parca en detalles con la ropa de sus trabajadores, que debe llevar "una banda de color amarillo flúor entre dos bandas de material ~ retrorreflectante rodeando las piernas", cuello canalé en los polos y "seis broches de presión metálicos que queden cubiertos con una solapa" en las camisas ignífugas cuyas mangas terminen "con un puño de doble tejido pespuntado abrochado por un broche de presión metálico".