Estas manifestaciones las hacía Búscome por el Día Internacional de la No Violencia. Para la entidad, “Ceuta no puede estar anclada en el discurso de la interculturalidad y no buscar soluciones a los conflictos que se ven a diario entre la población, conflictos que pasan desapercibidos pero que marcan la no inclusión y el rechazo entre unos colectivos y otros”. En esta línea, Búscome rechaza el discurso que “ insiste en considerar algunas barriadas de nuestra ciudad como foco de la violencia, como consecuencia del desconocimiento de la realidad y el miedo a lo que no es considerado como igual”.
Para ello, la asociación, además de entregar la petición a los organismos públicos encargados de llevar a la acción “el cumplimiento de los derechos humanos desde edades pequeñas”, propondrá a todos los partidos políticos con representación en la asamblea que “ acuerden llevar a cabo un experimento piloto para convertir a la barriada El Príncipe experta en resolución de conflictos, en colaboración con la comunidad educativa de la zona”.
Y es que, - según detallan desde Búscome, “ quienes mejor son capaces de mediar son los que diariamente están sufriendo algún tipo de problema, y en este sentido los chicos y las chicas de El Príncipe pueden cursar habilidades para convertirse en mediadores de conflictos y luego ser ellos mismos quienes vayan por otros colegios para trasladar la técnica. Ésta sería una medida para que estos chavales no siguieran discriminados por el resto de niños y niñas de la ciudad, puesto que negar el rechazo a esta barriada es tener la más grande de las vendas en los ojos “.
Búscome recuerda que “el día Internacional de la no violencia conmemora el nacimiento de Mahatma Gandhi, precursor de la filosofía y la estrategia de la no violencia; es decir, el poder individual y colectivo de oponerse a la opresión, la injusticia y el odio de manera pacífica. Se exige valía para hacer frente a quienes usan la violencia para incriminar su voluntad o sus creencias; para desaprobar a la injusticia, la discriminación o al odio, y para reivindicar el respeto de la diversidad y los derechos humanos fundamentales”.
“La no violencia enlaza un contrato por la transformación social y, al mismo tiempo, un compromiso por la evolución personal. La mediación, la solidaridad, el diálogo, el respeto a la diferencia son valores imprescindibles para trabajar en Ceuta”, concluye Búscome.