Ceuta ha caminado, en términos de igualdad social, hacia atrás durante los últimos años. La crisis económica global “ha profundizado en los niveles de pobreza en la población ceutí, alcanzando niveles superiores a los padecidos desde hace dos décadas”. En paralelo, “la distribución de la riqueza también ha sufrido una polarización hasta el punto de conformar una sociedad con dos grandes grupos similares en tamaño y divididos entre pobres y no pobres, entre dependientes sociales y no dependientes”.

Esa es una de las conclusiones que alcanzan Carlos Rontomé y José Miguel Cantón en ‘Crisis económica y desigualdad social en un espacio fronterizo: Las condiciones de vida de la población de Ceuta’,  el libro que han presentado este jueves a última hora de la tarde en la Sala de Usos Múltiples de la Biblioteca Pública.

El trabajo efectúa un análisis a fondo de la sociedad local para "conocer y describir las desigualdades socioeconómicas en un espacio-frontera bajo el prisma de su diversidad y complejidad social" que va más allá de la población que se sitúa por debajo o en los umbrales de pobreza.

Según los autores, al “tradicional” eje centro-periferia, en el patrón de distribución de la pobreza económica en la ciudad, pese a su reducido tamaño, “habría que añadir un nuevo eje norte-sur”. El riesgo de pasar penurias registra sus peores indicadores en la vertiente sur, desde los barrios de Príncipe Alfonso y Felipe y Loma Colmenar “hasta Pasaje Recreo, Patio Castillo pasando por la Almadraba, calle Argentina o Juan XXIII”. En esas zonas el porcentaje de hogares en pobreza severa (grave o extrema) se sitúa entre el 37% y el 71% mientras que “el porcentaje medio para toda la ciudad es del 17%”.

Con la compilación de los datos existentes se dibuja una situación social “de grave precariedad, con las familias que sufren problemas económicos o privación material severa no como una marginalidad dentro de la sociedad ceutí”, que aparece “prácticamente dividida en dos grandes grupos con un peso cuantitativo similar”. El contexto de “riesgo en el entorno” por problemas delincuenciales también está “dualizado”, con más incidencia “en los barrios periféricos” que “en la zona centro y partes del distrito 3 como Puertas del Campo u Otero”.

La ubicación de los hogares presenta una “fuerte relación” con los problemas familiares tratados (alcoholismo, consumo de drogas, judiciales, dependencia, ludopatía, paro...). En el centro “apenas hay familias que reconozcan tener este tipo de problemas” mientras que en el distrito 6 “casi nueve de cada diez familias tiene algún desempleado en el hogar”.

La zona del Príncipe es la que concentra un mayor porcentaje de población con peor salud: una de cada cuatro personas que viven en él se considera “enferma o muy enferma” e idéntico porcentaje de cabezas de familia padece diabetes. Allí también es “algo mayor” el riesgo de padecer una discapacidad física que en el resto de la ciudad.

Lo mismo sucede con los problemas de las viviendas ceutíes (goteras, escasez de luz natural, ruidos, contaminación, suciedad o delincuencia): se detectan “diferencias muy significativas entre el centro y el resto de zonas de Ceuta”.

Los autores estiman que la educación o la falta de ella “es un factor clave para entender la situación de algunas familias en situación de pobreza”. Uno de cada cuatro cabezas de familia con necesidades es analfabeto y una de cada seis personas que viven en hogares pobres también lo es. Como dato llamativo, “más del 50% de la población pobre caballa “tiene menos de 29 años”.