En los pisos registrados en Ceuta se encontraron numerosas armas, libros de contenido 'jihadista' y fotografías en las que Tarek aparece ungido con henna en manos y rostro "como ritual que se interpretaría como paso previo a la aceptación del martirio (Shadid) y para ser redimido de sus culpas anteriores", según Garzón.
La "red Tigris" se articula en cuatro grupos perfectamente definidos en Madrid, Barcelona, Valencia y Ceuta, además de un grupo mixto con miembros de Madrid y Barcelona en torno la la figura de Mohamed Larbi Ben Sellam, para quien la Fiscalía pide 27 años de cárcel en el juicio que actualmente se celebra en la Audiencia Nacional por los atentados en Madrid. Ahora se le procesa por hechos posteriores a la masacre. La instrucción realizada por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 concluye que la red "Tigris" estaba vertebrada con un objetivo común, que era el envío de "mujahidines" desde la Península Ibérica a Irak, con el objetivo añadido, en el grupo de Ceuta, del tráfico de armas y de drogas.