Bajo el título 'La Educación, un derecho de todas y todos', el Salón de Grados del Campus Universitario ha acogido este martes por la tarde una jornada del proyecto 'Cambalanche' que 'Andalucía Acoge' desarrolla en la comunidad vecina desde 2006. En la cita han participado profesionales docentes y representantes de ámbitos institucionales y de la sociedad civil.

Su objetivo era intercambiar experiencias, profundizar en la importancia de la educación en la construcción de
una ciudadanía inclusiva y debatir sobre potencialidades y retos en el acceso,promoción y permanencia del
alumnado de origen extranjero en el sistema educativo.

Al decano de la Facultad de Educación, Economía y Tecnología de la UGR en Ceuta, Antonio García, y a la jefa de la Unidad de Programas Educativos (UPE) de la Dirección Provincial del Ministerio, Tula Fernández, les ha correspondido incidir en la importancia de la escuela, de la educación desde los niveles inferiores hasta el universitario, como motor transformador de la sociedad.

En una ciudad donde la escolarización era hasta hace poco un campo casi sin vallar en el que se hacía de todo por llevar a los pequeños a los colegios más uniformes y en la que la entrada de los menores migrantes solos en los colegios e institutos causa indignación en algunos sectores, Fernández ha dejado claro que “nada ha hecho más por la inclusión que la escuela pública” y ha advertido que esta “no es el reflejo de una sociedad, sino la medicina para sus enfermedades”.

“Estamos obligados a crear espacios que enseñen a los alumnos a desenvolverse en un mundo en el que todos somos diferentes, por lo que convivir con la diversidad en las aulas es enriquecedor y esa es nuestra política educativa, la inclusión, aunque no sea fácil, aunque a veces nos sintamos solos y aunque no tengamos todos los recursos”, ha expuesto la jefa de la UPE.

Desde 'Andalucía Acoge' también se ha alertado de que se viene detectando “nuevas necesidades” de intervención ante la “normalización” de discursos xenófobos, entre otros factores, y se ha abogado por poner seguir trabajando para "facilitar la inclusión socioeducativa y la convivencia intercultural desde la educación sí y no reglada".

García ha repasado durante su intervención la evolución de la normativa desde su versión “integradora” a la “inclusiva”. El siguiente paso es o será, según Fernández, hablar de "convivencia".

El decano ha defendido la necesidad de perfeccionar ese proceso “sin fin” de la inclusión y ha opinado que "en Ceuta vamos mejorando, pero todavía nos queda”. A su juicio el modelo no pasa por una “inclusión descafeinada” fundamentada en la “homogeneidad”, la “coexistencia” y el “asistencialismo”, sino por  "la empatía, el respeto, la presencia, la participación, la confianza, la ilusión y el compromiso".

En ese sentido, ha alabado la apuesta de la Dirección Provincial por activar a principios del año próximo aulas de inmersión lingüística que faciliten la llegada a las aulas ordinarias de niños y jóvenes acogidos en ‘La Esperanza’. "Tenemos una tarea inmensa, pero estamos en ello porque es un asunto de justicia legal y social", le ha contestado Fernández.