Más de seis mil personas han abarrotado la Gran Vía para clamar contra el racismo, por la convivencia y contra la desigualdad a las puertas del Palacio Autonómico. La larga marcha desde la barriada Príncipe Alfonso hasta el centro neurálgico de la ciudad ha transcurrido sin incidentes hasta su disolución, al grito de “Fuera Vox” y Vivas dimisión”.

“Yo soy español, español, español”, clamaban las más de 6.000 personas que llegaron  desde el Príncipe hasta el Palacio Autonómico convocados por más de 40 asociaciones, vecinales en su gran mayoría, por la convivencia y contra el racismo. Una movilización sin precedentes, la más multitudinaria en lo que va de siglo en la ciudad autónoma. Y cuyo mensaje tenía claros destinatarios: Vox y el presidente Juan Vivas.

La formación que lidera Juan Sergio Redondo y Carlos Verdejo en Ceuta ha sido la diana de la gran mayoría de mensajes de los manifestante, desde el conciso y directo “Fuera Vox” al más elaborado “Vox fascistas fuera de las listas”. Pero no han sido los únicos mentados durante la larga manifestación que en no pocas ocasiones ha clamado también por la dimisión del presidente Juan Vivas.  Porque, aunque la manifestación se convocó bajo el lema “por la convivencia y contra el racismo, el detonante”, latía entre los manifestantes la indignación aún caliente tras la difusión de supuestos mensajes internos de la dirección del partido en Ceuta, con un contenido abiertamente islamófobo y la marcha de dos diputados del grupo parlamentario de Vox en la Asamblea. “Hay quien rompe la convivencia con sus comentarios y desprecios”, recordaban, “nos insultaron en grupos de whatsapp y la chirigota de Carnaval”.

La irrupción en las instituciones del mensaje ultraderechista de Vox ha sido el detonante pero no el único motivo. En el manifiesto, leído en las escaleras de acceso al hotel Puerta de África, la portavoz Hannan Alcalde, recordaba también que "hay dos Ceutas, la de los marginados y la de los señoritos" y aun hoy media Ceuta sueña "con que en esta ciudad todos seamos iguales”. “Basta ya. Hay derechos restringidos: vivienda, trabajo, salud. No es cuestión de raza. El fascismo desde su posición supremacista genera desigualdades”.

La manifestación, casi una marcha dada la larga distancia recorrida arrancó poco después de las 17.00 horas desde la plaza del zoco en pleno corazón del Príncipe para ir engordando a medida que avanzaba. Ya en Los Rosales se superaban las dos mil personas a medida que se iban sumando barriadas y ya eran más de 5.000 al llegar a las Murallas Reales en una larga y desperdigada comitiva que dificultaba los cálculos de la Policia Nacional.

Una manifestación histórica, sin precedentes, que recorrió la ciudad completa, las dos Ceutas: “Hemos venido desde el barrio más pobre, símbolo de marginalidad y desamparo, hasta la más remodelada y majestuosa Gran Vía, símbolo de la opulencia y el despilfarro”, clamaba el manifiesto prometiendo que no sería la última vez. A su alrededor miles de personas respondían al grito de “No al racismo”.