Reclaman "más respeto" hacia los viajeros en fronteras terrestres de la UE como la de Ceuta

Reclaman "más respeto" hacia los viajeros en fronteras terrestres de la UE como la de Ceuta
Las entrevistas en el Tarajal se realizaron en 2012.

- La Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE divulga un informe tras un trabajo de campo en el Tarajal y otros cinco pasos ubicados en el Este de Europa

- Dos de cada tres guardias de fronteras no abrirían un procedimiento de asilo incluso "aunque el pasajero afirmase que su vida o libertad correría peligro si regresase a su país de origen"

- El 59% de los encuestados asegura haber visto "trato inapropiado" en el paso fronterizo ceutí cuando en el resto la media no pasa del 22%


La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) ha divulgado un informe basados en su paso por seis de los principales pasos fronterizos terrestres, entre ellos el del Tarajal, que “muestra la situación de los derechos humanos en las fronteras terrestres de la UE, puntos de entrada a la Unión Europea tanto para solicitantes de asilo como para víctimas de la trata de personas para la explotación laboral, la explotación sexual o la extracción de órganos”.

El trabajo de campo para el dictamen sobre las fronteras terrestres se realizó en Ceuta, Kapitan Andreevo (Bulgaria/Turquía), Kipi (Grecia/Turquía), Medyka (Polonia/Ucrania), Röszke (Hungría/Serbia) y Vyšné Nemecké (Eslovaquia/Ucrania). Según los datos del dictamen, el año pasado entraron en territorio español a través de la frontera de la ciudad autónoma un total de 6,45 millones de personas, 1,2 millones más que en 2012. La inmensa mayoría, más de 6 millones, fueron nacionales de países no europeos.

Con una población en tránsito eminentemente marroquí, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE ha detectado que “las barreras del idioma son significativamente más frecuentes en los pasos fronterizos de Ceuta y, en cierta medida, Röszke”, entre Hungría y Serbia. En la ciudad autónoma el 44% de los guardias fronterizos entrevistados dijo saber “algunas palabras” en árabe, pero los mandos aseguraron que “entre un 80%  y un 90% no entiende el dialecto de la mayoría de los viajeros”.

Para la Agencia la incapacidad para entenderse en otro idioma es un problema. Para la Agencia “el conocimiento de idiomas extranjeros por los guardias de fronteras es esencial para garantizar una comunicación clara con los viajeros, sobre todo cuando no hay opciones de interpretación fácilmente disponibles”. 

No lo es menos las formas con las que se trata al viajero. El 59% de los entrevistados en el Tarajal aseguró haber visto a los guardias españoles tratar de forma “inapropiada” a la gente, un porcentaje que no pasó del 22% de media en el resto de puestos analizados. En sus conclusiones se refiere que “aunque los guardias de fronteras reciben instrucciones acerca del trato profesional y respetuoso”, algunos pasajeros señalaron que dichos guardias “no ofrecen ayuda y actúan de modo indolente y verbalmente hostil”, por lo que se reclaman medidas “eficaces” para “abordar las formas graves de falta de respeto hacia los viajeros”.

En la frontera ceutí incluso se registraron testimonios de uso de la violencia física y se reseña que las denegaciones de entrada no se formalizan en documentos por escrito. “Los viajeros entrevistados”, recoge el informe, “dieron cuenta de que los guardias fronterizos rechazan pasaportes sin razón y prohíben la entrada porque no se ha respondido con la suficiente rapidez, por ejemplo, cuando se le ha dado la orden de avanzar”.

Por todo ello exige a los Estados miembros que adopten medidas disciplinarias “para hacer frente a las formas graves de conducta irrespetuosa”. “Se debe garantizar que todos los guardias fronterizos reciben capacitación para enfatizar la importancia de permanecer cortés y formal en todas las situaciones”, resalta. 

Solicitantes de asilo

En los pasos fronterizos terrestres, “dos de cada tres guardias de fronteras” indican que “no abrirían” un procedimiento de asilo incluso aunque el pasajero afirmase que su vida o libertad correría peligro si regresase a su país de origen.

“Debe suministrarse a los guardias de fronteras”, recomienda la FRA, “una formación de mejor calidad y una mayor sensibilización para reconocer a los solicitantes de asilo o a los inmigrantes víctimas de la trata de personas”. Las autoridades de gestión fronteriza también deberían “garantizar” la existencia de procedimientos y formación para los guardias de fronteras que se ocupan de los niños. También “garantizar que las instalaciones en que se retiene a las personas a las que se ha denegado la entrada satisfacen las necesidades básicas”.

Reclaman "más respeto" hacia los viajeros en fronteras terrestres de la UE como la de Ceuta


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