El sindicato penitenciario mayoritario denuncia el trato a reclusos y funcionarios en Los Rosales

El sindicato penitenciario mayoritario denuncia el trato a reclusos y funcionarios en Los Rosales
Imagen de las nuevas celdas de la prisión por inaugurar.

- La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) asegura que mientras se veta a los presos el acceso a ventiladores o mantas se gasta el dinero en "gastos superfluos de boato al filo de la clausura del centro"

- Carga contra la Dirección de la cárcel por su política de "desprecio, cuestionamiento continuo, fiscalización de los trabajadores, amenaza y miedo" y no acudirá a los actos del Día de la Merced


La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) no asistirá este viernes a los actos programados con motivo de la celebración del Día de la Merced en el Centro Penitenciario de Ceuta. Con su ausencia "en la que debería ser la fiesta de todos los trabajadores penitenciarios" el sindicato mayoritario en la prisión local pretende "mostrar su total desaprobación a la política seguida por la Dirección más impopular que hayamos tenido en lo que va de siglo".

"Gestiona un trato deshumanizado a sus administrados, a los que durante el verano se impide contar en sus celdas con sistemas de refrigeración tan básicos como ventiladores aunque las celdas tienen escasa ventilación y puertas de metal que retienen el calor", ha denunciado la central, que critica que también "se impide la correcta aireación de las zonas más sensibles a las subidas de temperaturas como la cocina, donde se obliga al funcionario a mantener la puerta cerrada".

Por el contrario, en invierno "se prohíbe la entrada de mantas y edredones y a los internos sólo se les deja una finísima manta proporcionada por el centro que resulta manifiestamente insuficiente para combatir el frío". Tampoco se permite a los presos meter sábanas o toallas y cuando ingresan "se les da un insuficiente lote higiénico en el mejor de los casos, y en muchas ocasiones no hay ni una simple almohada donde reposar la cabeza durante las horas de descanso".

"Pese a las llamadas a la cordura realizadas por parte de éste y otros sindicatos sobre la peculiar forma de tratar a los internos en estas cuestiones, la Dirección hace caso omiso generando un sufrimiento innecesario en la población reclusa que se trata de justificar en razones de seguridad cuando, en realidad, es una cuestión de mero abuso gratuito", ha resumido.

En tres años, ha recapitulado, "la escasez de almohadas, el estado de los colchones y el deterioro de las ventanas han abocado al centro a un ambiente deshumanizado y bananero al sucumbir a la acumulación de deficiencias desatendidas que afectan directamente a la dignidad personal de recluso mientras los recursos existentes se destinan a gastos superfluos de boato al filo de la clausura del centro".

"El látigo de la política de la Dirección"

En la actualidad el Centro Penitenciario de Ceuta cuenta, siempre según APFP, con "numerosas demandas judiciales promovidas por los propios funcionarios del Centro, circunstancia que no se ha producido con las direcciones precedentes". "Descuentos en nóminas totalmente inquisitivos y al margen del más mínimo reglaje ni procedimiento administrativo, impedimentos para conciliar la vida familiar y laboral, continuos obstáculos para el disfrute de permisos, vacaciones o asuntos propios, una implacable persecución sindical contra los representantes de los trabajadores más críticos, acoso a determinados funcionarios, apertura de expedientes disciplinarios infundados y hasta denuncias ante la Inspección Penitenciaria por el comportamiento mantenido por el máximo responsable de la prisión, cuya arbitrariedad y abuso de poder" hacen que "el descontento generalizado y la desmoralización de la plantilla" sean la tónica habitual.

El director del Centro Penitenciario "no cuenta con el apoyo de su plantilla" por sus "desprecios" hacia "la legalidad y la profesionalidad de sus trabajadores, una veterana y profesional plantilla sometida a constantes amenazas pueriles de aperturas de expediente, expolios en nómina o supresión de cambios y de días de descanso en cuanto se le insinúa que la legalidad marca una pauta distinta de la que se está aplicando".

En paralelo "se derrocha gran parte del dinero público en fiestas como la de la Merced, en cambiar suelos y paredes que no requieren sustitución, en escalones de mármol, en aparcamientos que no requieren reparación ni mantenimiento y demás obras innecesarias en un centro que está a punto de cerrarse por la apertura de otro nuevo que le sustituirá".

Según APFP, "en plena época de crisis se gasta una ingente cantidad de dinero en gastos totalmente innecesarios que jamás se amortizarán mientras no hay dinero para almohadas y otras comodidades para los internos, los funcionarios se sientan en sillas viejas y rotas, trabajan con ordenadores decimonónicos que se bloquean continuamente...".

Las reformas "estructurales" pendientes desde hace años se acometen ahora "a muy pocos meses de la demolición" y "hay dinero para festejos, para mantener un complejo nuevo construido hace años y sin uso alguno y no lo hay para unas sencillas almohadas, unos cubiertos decentes, unos simples ventiladores, unas mesas, unas sillas, unos ordenadores con un mínimo de capacidad, etcétera".

El sindicato ha aplaudido "el tremendo esfuerzo que está suponiendo para los funcionarios trabajar en tan adversas circunstancias y ha solicitado al Equipo Directivo del Centro "que cambie su errática política de personal, que no degrade más el pésimo ambiente de trabajo ni las condiciones de vida de los internos, que respete la olvidada legalidad y que confíe más en sus trabajadores, que llevan muchos años demostrando que son capaces de cumplir con sus funciones a pesar de las pésimas condiciones en las que las realizan".

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