MANUEL ALCALÁ SALTO, 100 AÑOS

“Trabajar es sano, de verdad”

“Trabajar es sano, de verdad”
Manuel Alcalá Salto
Manuel Alcalá Salto

“Trabajar es sano, de verdad”. Cualquiera le dice lo contrario a Manuel Alcalá Salto, cien años recién cumplidos y con paso firme haca los 101. Es la primera y primordial lección de vida que este empresario ceutí de pura cepa ha dado en el primer encuentro del Club de Mentores, una iniciativa de Business Professional Women (BPW) en colaboración con la Biblioteca Pública 'Adolfo Suárez'. Un foro de encuentro intergeneracional e intercambio de experiencia y capital humano que ha querido contar como primer invitado con quien sin duda más experiencia atesora en Ceuta.

Manuel Alcalá Salto, primer planoManuel Alcalá pasó más de 70 años al frente de la Imprenta Imperio. Cuando asumió el control de la empresa de su padre, en 1944, había en Ceuta 14 imprentas, hoy sobreviven tres, Él ha visto dos revoluciones industriales y empieza a atisbar la llegada de la cuarta revolución industrial. “Mi experiencia ha quedado anticuada”, confiesa. Nada más lejos de la verdad.

Alcalá ha atravesado una guerra, los efectos de otra, cambios tecnológicos, incontables crisis y sabe que la única manera de terminar siempre a flote es “trabajar, trabajar y trabajar”; “ser honesto y arriesgar con cautela pero arriesgar” y si llega una crisis “se buscan otras cosas y se abaratan costes”. Y siempre “pendiente de las nuevas tecnologías”. Lo dice quien ha visto como desaparecía su principal cliente, el Marruecos del Protectorado, quien vio cómo la Falange confiscaba la Imprenta Alcalá que levantó su padre y la rebautizaba como Imprenta Imperio para pagar la multa de 300.000 euros a su padre por pertenecer a la masonería; y quien vio durante su larga vida laboral cómo poco a poco los avances tecnológicos iban cambiando su oficio hasta hacerlo innecesario en muchos aspectos..

Alcalá tiene un valor intangible pero muy valioso: un capital humano impagable para las nuevas generaciones. Una experiencia de vida válida para los tiempos analógicos y para la era digital que resume en una frase que merece ser esculpida en mármol para los empresarios del presente y del futuro: “Un empresario debe tener valores, no garantizan el éxito pero si no los tienes te aseguras el fracaso”.

“Trabajar es sano, de verdad”


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