Los vecinos de las céntricas calles de Isabel Cabral y la reciente Nuestra Señora del Mayor Dolor, que accede al edificio Siena, han remitido sendas cartas alas Consejerías de Fomento y Medio Ambiente denunciando la suciedad creciente de su calle, infestadas de orines, con un solar convertido en un vertedero, con la presencia casi permanente de un grupo de rebuscadores de basura y un acerado estrecho, plagado de barreras arquitectónicas, por la que no puede transitar una silla de ruedas o un cochecito de bebé.

“La calle está siendo utilizada como vertedero ilegal lo que ha provocado un aumento desmesurado de cucarachas, moscas, mosquitos, pulgas y hatos vagabundos”, denuncian, señalando además que la zona está llena de material inflamable como colchones, maderas y cartones. Desperdicios que arrojan los rebuscadores de basura que habitualmente acampan en esa calle, tan céntrica como discreta.

La estrechez de la calle Isabel Cabral y las escaleras de Nuestra Señora del Mayor Dolor hacen de este tramo un lugar imposible para sillas de ruedas y cochecitos y  “el tránsito de peatones es dificultoso”.  Un panorama al que hay que unir a las macotas, pues estas dos calles, denuncian los vecinos, son utilizadas también por los dueños de perros para hacer sus necesidades.

Una situación para la que exigen medias urgentes, entre las que destacan el desescombro del vertedero de los remedios, la sustitución de contenedores con cierre automático y otros de reciclaje, el ensanchamiento de las aceras, la instalación de maceteros para impedir el aparcamiento fuera de los lugares permitidos.