Carreira no descarta abrir un expediente sancionador por el incendio


Carreira no descarta abrir un expediente sancionador por el incendio

- “Si ha sido una bala trazadora, yo eso no lo puedo ignorar”, reconoce el responsable de Medio Ambiente

- Carreira desconoce si el Ejército pidió autorización a la Consejería para realizar las prácticas: “No puedo estar al corriente de todos los expedientes administrativos”

- Alí sí considera que el Ejército incumplió la disposición del Gobierno que prohíbe hacer fuego en el monte desde el 1 de junio al 4 de noviembre y por tanto la Ley de Montes

- El montante sancionador máximo previsto en esa Ley es de un millón de euros o el valor de reponer lo dañado si fuera superior

El consejero de Medio Ambiente, Emilio Carreira, no ha dudado en elevar la voz para dejar a un lado la tibieza mostrada por el Ejecutivo hasta el momento con lo sucedido en el incendio del Monte de la Tortuga. Si el portavoz del Ejecutivo, Jacob Hachuel, defendió el martes por la mañana que no hay intención del Ejecutivo de abrir expediente alguno por el incendio que ha calcinado más de 30 hectáreas alrededor del Monte de la Tortuga, al menos hasta conocer en detalle lo sucedido, Carreira tiene más claro que “no descarto hacerlo”, aunque como Hachuel, pida tiempo para conocer qué ha sucedido con la mayor exactitud posible.

El titular de Medio Ambiente ha pedido de forma verbal a los biólogos de Obimasa que elaboren un informe, “que leeré con detenimiento”, en el que espera se aclaren tres cuestiones: cuánto ha ardido, qué valor tiene lo que ha ardido y cuál fue la causa del fuego, si se puede determinar.

Para esto último, les ha pedido que recaben incluso cuántos informe externos sean necesarios. “Si ha sido un rayo que ha caído no le voy a abrir expediente a la Naturaleza, pero si ha sido una bala trazadora no lo puedo ignorar”, ha afirmado tajante Carreira.

El consejero, de momento, prefiere ser prudente y esperar a tener todos los datos encima de la mesa. “Tengo que esperar, no puedo adelantar acontecimientos”, ha manifestado.

Si bien, a la espera de los informes oficiales y exactos de lo sucedido y cuando el monte aún está caliente, sí hay datos aproximados y algunas valoraciones iniciales. El propio Gobierno estima en unas 35 hectáreas la superficie calcinada. Y desde Septem Nostra, Óscar Ocaña, buen conocedor de la zona, apunta que el valor biológico de la zona calcinada es “importante” y que incluso va más allá de las propias especies quemadas, dado que el propio bunker del monte de la Tortuga es lugar de avistamiento de aves. Aunque los ecologistas también prefieren esperar a visitar la zona para hacer un análisis más exacto del desastre ecológico.

Sobre el cómo, la propia Delegación del Gobierno fue en su comunicado del lunes la que apuntó como principal hipótesis lo que era un secreto a voces desde que se arrancó el fuego: las prácticas militares que se desarrollaban el lunes podrían estar detrás del incendio. Y si finalmente se demuestra que fue así -Hachuel lo dio por seguro, el martes por la mañana- quedaría por ver qué incidencia tiene a la hora de depurar responsabilidades, si fue un accidente por imprudencia, si se tomaron todas las medidas de prevención propias de estos casos o si falló o se omitió algo, e incluso si las prácticas militares se pueden desarrollar en un periodo en el que al resto de la ciudadanía le está prohibido encender una barbacoa. Según el mismo Hachuel se cumplieron todos los protocolos, pero el mismo consejero de Medio Ambiente no se ha mostrado tan seguro.

Ordenanza reguladora

“¿Si yo no puedo hacer una barbacoa en el monte por qué los militares pueden andar por el monte pegando tiros?”, esta pregunta formulada de mil maneras este martes en bares a lo largo y ancho de Ceuta es el germen de la indignación ciudadana que demanda respuestas por parte de las autoridades y que ha sumado a su causa gran parte de la oposición en la Asamblea de Ceuta (Caballas y PSOE, por el momento).

¿Incumplió el Ejército la normativa vigente en materia de protección de montes? En principio ni usted, ni yo, ni tampoco su vecino podemos hacer fuego en las zonas forestales de Ceuta desde el pasado 1 de junio hasta el próximo 4 de noviembre, salvo que seamos especialistas en la lucha contra la plaga de las palmeras conocida como “picudo rojo” y estemos quemando restos de forma controlada. Lo que no queda claro es si esa prohibición se extiende para disparar balas trazadoras o cualquier otra munición. Por ejemplo ¿En ese tiempo se podrían hacer batidas de caza si, por un suponer, la población de jabalíes estuviera descontrolada?

El líder de Caballas que ha demandado este martes explicaciones sobre todo lo sucedido y claridad en las actuaciones, cree que las maniobras incumplen esa disposición general del pasado 22 de mayo, y así lo ha hecho constar a través de su cuenta de twitter: “Los causantes del fuego han vulnerado el Decreto de 25 Mayo y la Ley de Montes a la q remite”. Alí yerra la fecha, pero quédese con esa Ley de Montes.

Es algo que no tiene claro ni el propio consejero de Medio Ambiente, Emilio Carreira, que por lo pronto aprecia sensibles diferencias entre armar una barbacoa dominguera con los amiguetes un domingo cualquiera de septiembre, con unas prácticas militares, más allá de las evidentes, claro. “Todas las actividades siempre que estén comunicadas y autorizadas por la autoridad competente se pueden hacer. Esto no es lo mismo que hacer fuego; aquí hay especialistas que controlan los riesgos. Las cosas no son siempre ni si, ni no”, explica el consejero.

Y ¿comunicaron a la consejería desde la Comandancia General las prácticas y pidieron autorización? “No lo sé. Es posible que sí, pero no estoy seguro. Como se comprenderá no puedo estar al corriente de todos los expedientes administrativos. Esto es Ceuta y las prácticas militares son una tradición. Tampoco estoy al corriente de cada licencia de pesca o de caza”, ha reconocido Carreira.

En Ceutaldia.com también hemos intentando sin éxito obtener una versión sobre cuáles son los protocolos a seguir por parte del Ejército y su versión sobre lo sucedido, pero desde la Comandancia General han optado este martes por el silencio absoluto.

Los protocolos, al parecer existir, existen, cuáles son y si se siguieron en este caso, de momento nadie acierta a aclararlo con certeza irrefutable.

Monte de Utilidad Pública

Los dos montes existentes en Ceuta, tanto el Hacho como García Aldave están declarados Montes de Utilidad Pública desde el año 1934, tal y como apunta, José Manuel Pérez Rivera, desde Septem Nostra. Hace ya años que Pérez Rivera se intersó por esta cuestión y descubrió que las autoridades locales fueron bastante tajantes en la protección de estos espacios hasta 1956, año en el que relajaron algo esa protección al comenzar a urbanizarse el principio del monte conocido como Ingenieros-Benzú y que comenzaba mucho más cerca de las Murallas Reales que de nada.

Para Pérez Rivera está claro que el Ejército si quería realizar las maniobras, aún estando adscrito el suelo a Defensa, tiene que pedir permiso a la Consejería de Medio Ambiente para cumplir con esa disposición general de la Ciudad Autónoma de Ceuta del pasado 22 de may. Y es que, según entiende Pérez Rivera y ahí coincide con Alí, la Ley de Montes delega en la Ciudad Autónoma de Ceuta el cuidado de esos espacios de utilidad pública que son los dos montes de Ceuta y a la vista de la disposición general abrir fuego con armas no parece una actividad compatible con extremar el cuidado para evitar el fuego, como a la postre, tesis que parece demostrada después de 35 hectáreas quemadas, que todo el mundo atribuye a esas maniobras a priori.

"Puede ser que como pasa en Ceuta en tantos otros ámbitos como se lleva haciendo toda la vida, el Ejército no pida autorización", apunta Pérez Rivera. La Ley de Montes es relativamente reciente y la delegación de competencias en la ciudad para el cuidado del monte, también, al menos si se compara con la "tradición" militar en Ceuta.

Y es que Pérez Rivera resta importancia a los aspectos más legales y aprovecha para pedir a la Ciudad Autónoma que haga los deberes de una vez y aproveche el incendio y sus consecuencias para ordenar mediante un plan las zonas forestales de la ciudad y acabar de una vez por todas con la falta de cuidado del monte y estas disquisiciones. Un Plan que ayudaría a prevenir incendios como el de este lunes y como el del pasado año en la misma zona de García Aldave en otra vertiente del Monte de la Tortuga.

Y es que sea como fuere, si el Ejército ha incumplido la Ley de Montes, habría que ir a ver qué dice la parte de las sanciones de la misma. Y ahí ya queda poco margen de maniobra. Además de tipificar las faltas o infracciones y diferencialas entre leves, graves o muy graves, señala también una sanción máxima de un millón de euros o en caso de que el daño y la reposición del mismo supere esa cifra se podrá llegar a sancionar con la cantidad por valor de lo dañado. ¿Y si lo quemado y su reposición cuestan más de de ese millón de euros? Como si cuestan menos, el Ejército, según el Gobierno de la Ciudad ya se ha comprometido a reforestar el monte dañado, con lo que cubriría el daño. Aunque de momento todo eso sean nada más que palabras en comunicados a la prensa, que rara vez se lleva el viento porque las guardan las hemerotecas, pero tampoco obligan a nada. Otra cosa es si ha habido un delito ecológico perseguible por la vía penal.

- Consulte el decreto que prohíbe hacer fuego en los montes de Ceuta desde el uno de junio al 4 de noviembre

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