El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y la directora general de Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), Aránzazu Vallejo, han firmado este jueves en Santa Catalina una adenda al Convenio regulador de la financiación, ejecución y explotación de la Planta de Secado Térmico de Fangos de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) que permitirá a los ceutíes ahorrar alrededor de mil euros al día en el transporte de lodos al otro lado del Estrecho.

Hasta ahora la Ciudad desembolsaba unos 800.000 euros al año por ese servicio. A esos fangos, que son un 77% agua, se les quitará secándolos un 74% de su peso, con lo que el coste del transporte se reducirá a la mitad.

Para conseguirlo, Acuaes y la Ciudad han cofinanciado los 4,1 millones que ha costado la Planta de Secado, con capacidad para evaporar 1,3 toneladas de agua a la hora. La entidad del Ministerio ha puesto el 64% con fondos europeos y la Administración local sufragará el 36% restante durante 25 años a razón de 90.000 euros de media.

Según han detallado los técnicos tras la firma de la adenda, acto en el que también han estado presentes el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, y el consejero de Medio Ambiente, Emilio Carreira, el nuevo equipamiento (en fase de "puesta a punto" ahora) es además medioambientalmente muy eficiente, ya el calor que precisa para secar los lodos lo generará hasta en un 70% con el biogás de la EDAR, nutriéndose cuando lo agote de gasoil.

Vallejo y Vivas han puesto de relieve la trascendencia de una infraestructura que cierra la cuantiosa inversión (80 millones) ejecutada de la mano por Ciudad y Estado para sacar a Ceuta de las cloacas en lo que a gestión de sus residuos y del ciclo integral del agua se refiere con la construcción de la EDAR, la Estación de Impulsión de San Amaro y la Planta de Secado (tres proyectos que han absorbido 31 millones en total).

Igualmente han reafirmado el "compromiso" del Gobierno de la Nación para salvar los condicionantes de Ceuta y poder ofrecer a su población "los mismos servicios que en el resto del país". Así, hoy la ciudad es "autosuficiente" en abastecimiento de agua, sin depender de buques aljibes, lluvia y manantiales marroquíes, y ya no vierte sus aguas residuales al mar directamente, el "atentado ambiental" que cometía a diario hasta hace poco contraviniendo la normativa europea.