La Consejería de Sanidad y Consumo, con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra este jueves, 22 de marzo, invita a la reflexión sobre el lema elegido para esta ocasión: 'Agua y seguridad alimentaria', “que combina dos conceptos estrechamente relacionados cuyas deficiencias están generando graves crisis en amplias y cada vez más numerosas zonas del mundo”. Sobre esto han incidido los técnicos de la Consejería que, en el marco del programa Soy agua, soy salud, al que se han adherido 19 centros educativos, ha impartido charlas a los escolares.

Además, Sanidad y Consumo ha aprovechado esos encuentros con los estudiantes para explicarles el trabajo que lleva a cabo mediante el Laboratorio de Salud Pública, que hace muestreos periódicos para confirmar la aptitud del agua que consumimos, para lo que realiza analíticas y notifica los datos al Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo (SINAC), del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que confirma que el cien por cien del agua que circula por la red es apto para el consumo.

Desde la Consejería de Sanidad y Consumo, aprovechando la celebración, este jueves, del Día Mundial del Agua, hacen un llamamiento a las comunidades de vecinos para que vigilen el estado de los aljibes de sus edificios, cubas que deben pasar revisión al menos una vez al año para evitar problemas derivados del agua en ellas estancada.

Por lo demás, tanto desde el área de Medio Ambiente como desde Sanidad, instan a un consumo responsable del agua, algo imprescindible para que el esfuerzo de la Administración para que el suministro sea sostenible no fracase. 

El objetivo de este año

Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, según acordó la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993. El objetivo este 2012 es llamar la atención de los gobiernos, las organizaciones, las comunidades y todas las personas en general sobre 'El agua y la seguridad alimentaria'. Según la ONU, existe seguridad alimentaria cuando cualquier persona puede satisfacer sus necesidades dietéticas para poder tener una vida activa y sana, y el agua es uno de los factores fundamentales para la producción de los alimentos.

La ONU, mediante la FAO (su organización para la alimentación y la agricultura) advierte de que la inseguridad alimentaria ha aumentado de manera notable a consecuencia de la crisis financiera y el incremento de los precios de 2008. A estos factores hay que añadir las previsiones de crecimiento demográfico, el incremento de urbanización de espacios agrícolas y los cambios en la dieta en los países económicamente desarrollados.

Según la UNESCO, que trabaja con la FAO en la preservación de la seguridad alimentaria, proteger el vínculo entre esta y el agua es esencial para el desarrollo económico global. Desde ahora hasta 2050, el agua dulce del mundo va a tener que mantener los sistemas agrícolas que servirán para alimentar y proporcionar un medio de vida a 2.700 millones de personas más.

Hay que tener en cuenta que producir el alimento diario de una persona supone entre 2.000 y 5.000 litros de agua. También hay que considerar, según la UNESCO, que la irrigación aumenta la productividad de las cosechas entre un 100% y un 400%, y la agricultura de regadío constituye el 40% de la producción del alimento mundial.

Los cambios en la dieta, tendentes a un mayor consumo de carne en los países desarrollados, influyen también en el consumo de agua para la alimentación: para producir un kilogramo de grano se pueden consumir entre 500 y 3.000 litros de agua, mientras que para producir un kilogramo de carne de ganado alimentado con grano se puede llegar a consumir hasta 15.000 litros.