CIUDADANOS ANALÓGICOS

La brecha digital, el otro umbral de la pobreza

La brecha digital, el otro umbral de la pobreza
Ciudadanos hacen cola en la oficina sdel grupo parlamentario caballas para tramitar la solicitud de becas.-1
Ciudadanos hacen cola en la oficina sdel grupo parlamentario caballas para tramitar la solicitud de becas.

Cada día, en horario de 10.00 a 14.00 horas, decenas de personas, todas casi sin excepción mujeres (muchas con sus hijos), hacen cola en las oficinas de los grupos parlamentarios de Caballas y MDyC, en el sótano del Palacio Autonómico. Es el desfile diario de madres de familia en busca de una ayuda para ellas indispensable para poder realizar los trámites on line de ayudas y programas sociales o las solicitudes para becas y comedor escolar. Una cola que es la imagen viva de la brecha digital, el otro umbral de la pobreza.

El personal de las oficinas de los dos grupos localistas atiende cada día a decenas de personas, muchas de ellas con trámites para tres o cuatro personas. Cada día pasan por delante de sus mesas una treintena de vecinos, no necesariamente votantes –“aquí no preguntamos a nadie a quién votan”, subrayan desde caballas- que no disponen de un ordenador o conexión a Internet o que, simplemente, no se ven capaces de cumplimentar los trámites on line, obligatorios en muchas tramitaciones de una administración cada vez más electrónica. Solo Caballas, pioneros en este servicio, y MDyC, ofrecen este servicio en sus oficinas del Palacio Autonómico. Un servicio que hacen gustosos –“para eso estamos”, aseguran- pero, entienden, debería hacer la Ciudad.

Un servicio que su sola existencia ya evidencia un problema: ciudadanos analógicos en un mundo cada vez más digital, una brecha social sin vuelta atrás. Más si hacemos caso al propio Gobierno de la Ciudad Autónoma: Todos los trámites burocráticos de la Ciudad posibles podrán hacerse a cualquier hora y desde cualquier lugar a partir de octubre. Lo anunció el pasado mes de mayo el portavoz del Ejecutivo, Jacob Hachuel, recordando que se trata de una medida de obligado cumplimiento en la Unión Europea "y sin vuelta atrás". En la actualidad, en el portal de la Ciudad, Ceuta.es, solo se puede acceder a trámites básicos, como la expedición del certificado de residencia, pero muchos otros trámites, como las solicitudes de beca, han de hacerse obligatoriamente on line. Y no todos están preparados.

Y no se trata solo de tener o no tener un ordenador o conexión a Internet. Si analizamos la disponibilidad de nuevas tecnologías en los hogares de Ceuta, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la ciudad está ligeramente por encima de la media nacional. De los más de 21.000 hogares, el 84,6 por ciento tienen un ordenador, frente al 78,4 de la media nacional; el 88,4 tiene conexión a Internet con banda ancha, frente al 82,7 por ciento.

Pero el panorama cambia sustancialmente si se analiza el uso de esas nuevas tecnologías. Así, aunque el 84 por ciento tiene un PC a mano, solo un 68 por ciento de los ceutíes lo usa, frete al 75 por ciento del resto de los españoles. También navegan menos, solo levemente, que los españoles, un 81 frente al 84,6 de la media nacional.

Brecha digital infantil

Datos que son especialmente preocupantes entre los más pequeños, presuntamente nativos digitales, niños y niñas de entre 10 y 15 años, nacidos en la era digital pero que, según los datos del Instituto nacional de Estadística, están por debajo de la media en uso de ordenadores y conexión a Internet.

Según el informe del INE, un 80,7 por ciento de los chavales en Ceuta uso un ordenador en los últimos tres meses, un 92,4 en el resto de España; proporciones similares al uso de Internet: un 88,3 por ciento en Ceuta entre menores de 15 años, frente al 95 por ciento en el resto de los chavales españoles. Brecha que se amplía en el uso del teléfono móvil, solo el 47,9 por ciento de los chavales entre 10 y 15 años tienen un celular, frente al casi 70 por ciento de la media nacional.

Una brecha que también se abre por sexos. Ocho de cada diez mujeres usaron un ordenador o se conectaron a Internet al menos una vez en los últimos tres meses, frente a un exíguo 56 por ciento de los hombres. La brecha que menos sorprende, la que marca inapelable la edad, se muestra en todo su esplendor en el estudio del INE: el 100 por 100 de los menores de 44 años se han conectado a Internet o usan a diario un ordenador, un porcentaje que cae casi al 50 por ciento en los mayores de 55.

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