La Ciudad Autónoma arrimará el hombro para que el 'Tarajal II', el nuevo paso específico para porteadores que se prevé abrir en la frontera a finales de septiembre, responda a las "esperanzas" que tiene depositadas en él el Ejecutivo local: que sirva para "ordenar" el habitual caos que genera la actividad comercial de los polígonos anexos.

Aunque "la competencia fundalmente es del Estado", la "connivencia" existente ente las dos Administraciones llevará a la autonómica a desplegar una "dotación importante" de la Policía Local.

También se pondrá en funcionamiento una oficina de Servicios Tributarios en los aledaños "con funciones de información y control del tipo de bulto" con el que se trasiegue. Si supera un tamaño máximo de 60 centímetros de largo, ancho o alto, el paquete no será considerado en régimen de viajeros sino de "expedición comercial". Personal de seguridad privada acompañará esa labor.

La Ciudad Autónoma se hará cargo también de financiar las labores de limpieza, a la que se prevé destinar un millón de euros al año, y a los propietarios de los polígonos se les exigirá "un espacio" para colocar "zonas de sombra, aseos y agua potable para las necesidades de los porteadores que puedan enfrentarse a aglomeraciones".

Carreira ha respondido a las críticas de Caballas a la situación de los polígonos del Tarajal que estos son “privados” íntegramente y que deberían ser los empresarios de la zona los que asumiesen su obligación de mantener el orden en la zona "como sucede en cualquier otro centro comercial de España". “Ayudamos porque el hecho fronterizo, la situación, nos supera a todos", ha resumido el consejero.

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