El eterno reto de rebajar los precios del barco entrará durante las próximas semanas en una nueva fase. Encallada la iniciativa de embarcarse en la puesta en marcha de una naviera público-privada por razones jurídicas, el Gobierno de Vivas se ha topado con una nueva pega para abaratar, aunque solo sea a los 'ausentes' el precio de cruzar el Estrecho.

Según ha explicado este jueves el presidente, ninguna naviera ha respondido afirmativamente a su oferta para suscribir convenios que se materialicen en ofertas para quienes están vinculados de alguna forma a la ciudad. Las compañías, que en su momento ya tuvieron que renunciar a planes comerciales similares por la negativa de Fomento a pagar rebajas del 50% sobre tarifas superiores a las que después se dan a no residentes, no lo ven claro.

Así las cosas, el Ejecutivo local está "pendiente de confirmar que no lo estiman pertinente, por las razones que sea", para "poner en marcha un sistema de ayudas directas a las personas para pagarles una cantidad que no supere nunca un porcentaje del precio del billete".

En paralelo, sin fecha fija, el Gobierno sigue trabajando en el estudio global del transporte marítimo que pueda alumbrar alguna solución para el fin pretendido y en forjar acuerdos entre navieras, agencias de viajes y sector público para activar ofertas dirigidas a cualquier turista potencialmente interesado en venir a la ciudad.