La delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, ha recibido este martes junto a parte de su equipo a cinco representantes del colectivo de migrantes de nacionalidad argelina acogido en el CETI, que actualmente aglutina a más de 200 personas y que periódicamente muestra su disconformidad por permanecer en El Jaral más de lo que, denuncian, se obliga a quedarse por ejemplo al de subsaharianos.

La titular de la institución de la Plaza de los Reyes ha ligado tal circunstancia al hecho de que, hasta verano, los argelinos eran prácticamente los únicos migrantes que solicitaban protección internacional en Ceuta. A partir de ahí, aunque sus peticiones se admitan a trámite y teóricamente ya deberían tener libertad de movimientos por el territorio nacional, como ha venido apelando con éxito CEAR ante los Tribunales de Justicia, el Ministerio del Interior les impone sin embargo la obligación de permanecer en la ciudad hasta que los expedientes se resuelven.

Mateos ha explicado que ha escuchado la exposición de los migrantes y sus historias "personales" de vida y se ha comprometido a explorar si hay alguna posibilidad para reducir el tiempo que se ven obligados a permanecer en el CETI de Ceuta, aunque también les ha advertido que la resolución de las peticiones de asilo se gestiona en Madrid.