El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González Pérez, ha anunciado este martes que está trabajando con las autoridades marroquíes en una “reestructuración” de la frontera del Tarajal que permita agilizar el tránsito de personas y vehículos separando las vías que tienen para cruzarla los ceutíes y el resto de ciudadanos comunitarios, los marroquíes residentes en la provincia de Tetuán (que pueden entrar en la ciudad española sin visado) y el resto de nacionales del Reino alauita.

González Pérez, quien no ha querido dar demasiados detalles de sus intenciones, ha citado como posibilidad la introducción de códigos BIDI en los documentos oficiales de los vecinos en el entorno marroquí más próximo a Ceuta.

“Con esta y otras medidas esperamos que los delincuentes, incluso aquellos con órdenes de expulsión de nuestro país en vigor, tengan más difícil atravesar la frontera”, ha deseado el delegado, quien ha asegurado que “la mayor parte” de los delitos que se registran en la ciudad autónoma, cuya tasa de criminalidad conocida casi dobla la nacional, son protagonizados por ciudadanos que “no son de Ceuta”.

“Es más barato delinquir en Ceuta, en España, que en Marruecos”, ha lamentado con el mismo tono con el que ha expresado su disgusto porque "a alguien que atropella a un guardia civil con una moto robada le caigan 3 meses y 240 euros de multa".