Así sin Podemos, en 2019, como con la formación de Pablo Iglesias en el Gobierno central, incluso al frente del Ministerio de Trabajo, el Ejecutivo de la Nación pasa del Plus de Residencia, de Ceuta, de CCOO y hasta del PSOE Regional, cuyo líder también estaba a favor de obligar a los empresarios locales a pagar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) más ese complemento añadido del 25% extra en las ciudades autónomas.

El Consejo de Ministros aprobó este martes subir el SMI un 5,5%, hasta 950 euros brutos mensuales, con efectos retroactivos al 1 de enero. Es decir, 13.300 euros brutos al año y 31,66 al día con carácter general. También se fija en 44,99 euros, frente a los 42,62 euros de 2019, la retribución mínima por jornada legal en el caso de trabajadores eventuales y temporeros cuyos servicios a una misma empresa no excedan de 120 días anuales.

El Ministerio ha hecho caso omiso a la posición de Manuel Hernández y a la alegación formulada por CCOO de Ceuta al proyecto de Real Decreto, que ha pasado a la categoría de definitivo con su publicación este miércoles en el BOE.

El sindicato argumentó que la elusión de cualquier referencia como la que se recogía hasta 1994 a la situación de las ciudades autónomas conlleva de hecho que la absorción del Plus de Residencia deja a los trabajadores más precarios de Ceuta y Melilla "un salario mínimo de 760 euros", incurriendo a su juicio en "una discriminación sin fundamento alguno que perjudica al colectivo más vulnerable de una ciudad que está siendo azotada por un paro creciente y que encabeza todas las clasificaciones negativas en materia de empleo".

Nada se sabe de la opinión al respecto de la Delegación del Gobierno, que no sabe ni si este miércoles comienzan las obras en el paso del Tarajal y que en 2019, tras mucho remolonear, terminó reconociendo haber pactado con la patronal mantener el Plus diluido en el Salario Mínimo Interprofesional.